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El dolor del miembro fantasma

Una parte va a por la amputación traumática. Autoamputación territorial y social. No lo han conseguido, al menos de momento y por este método, pero ya se siente el dolor del miembro fantasma.

Lunes, 2 - Troceos, parcelas y leiras a repartir

Los amputados sufren dolor por el síndrome del miembro fantasma. Pese a que carecen de él, sus terminaciones nerviosas aún transmiten al cerebro su presencia. Sin amputaciones, aquí ya hay dolor del miembro fantasma. El proceso de minimización territorial que estamos viviendo acabó por extenderse y, claro, por encolerizarse. Decían los indepes catalanes (hasta el término independiente se ha encogido) que sobre lo suyo nadie, salvo ellos, tenían la última palabra. Que el precepto de que sobre lo que quiere ser España los demás tenemos voz y voto a una parte de Catalunya se la bufa, como diría Pablo Iglesias. El periódico del lunes estaba pegajoso, perlado de los sudores y lágrimas que provenían de un 1-O delirante, incluso lleno de diletantes sabios con recetas para todos los males, que por cierto siempre son culpa de los demás. El periódico también perdió su soberanía local en sus primeras páginas, giró con reflejos hacia donde estaban las noticias que geográficamente se producían a mil kilómetros, pero muy cerca en los afectos y las preocupaciones. La Región apostó por contar desde la portada, también en clave local, el conflicto catalán, siquiera para percibir además que al rebufo del proceso había en la provincia interpretaciones machadianas: "Españolito que vienes / al mundo te guarde Dios / una de las dos Españas /ha de helarte el corazón". El bloque constitucionalista del PP y PSOE coincidió en Ourense como no lo está haciendo en otros muchos lugares. BNG y En  Marea, fueron el otro platillo de la balanza, apostando por un irreal relato de coincidencias. Unos y otros hablaron para sus parroquianos, como suele ser habitual. El ala nacionalista sacando del armario el discurso de un Estado parcelable que tantas veces les ha servido para verle la espalda al electorado gallego, cuando no para trocear aún más el espacio político que se disputan ya varias siglas. Y ahí siguen, aínda queda leiriñas que partir.

Martes, 3 - Una sequía no para inconscientes

La sequía está causando estragos y la provincia vive ya la primera alerta oficial de su historia por la prolongada ausencia de lluvias. Los concellos deberán determinar las restricciones para evitar problemas en el abastecimiento. Vamos, que la cosa no está para cantar bajo la ducha, como dijo el presidente de la Confederación Hidrográfica, al menos mientras no podamos cantar bajo la lluvia, como Gene Kelly. A corto plazo el anticiclón está en bucle y tapona la entrada de los frentes que en otoño ya deberían asomar por el horizonte. Nunca el calor tan continuado nos llevó a creer que estamos, efectivamente, ante un mal tiempo del copón. Las altas presiones están resecando España, también en esta parte, y los efectos son perceptibles sobre todo en el amarillo del ambiente, pero también en el colorido político, tan parduzco, tan ocre, como un auténtico erial. Acción Poética de Quito escribió en una pared: "Tomar agua nos da vida, tomar conciencia nos dará agua". Conciencia, sí.

Miércoles, 4 - ¿Qué hacemos con este Fort Apache?

Y Ourense marcó la temperatura más alta de un mes de octubre de los últimos 66 años al llegar a 34,8 grados. Se preguntaba Rosalía de Castro: "Frío y calor, otoño o primavera, ¿dónde se encuentra la alegría?" Los agobios térmicos vinieron ya no solo por este veroño, sino por el poso de arena que dejó el discurso de Felipe VI: "Deslealtad inadmisible", dijo rotundo el monarca acusando a Puigdemont, delirante pastor protestante (de protestas, me refiero) de irse por la pendiente del abismo pisando cada vez más el acelerador. Rosalía se preguntaba dónde está la supuesta alegría, en qué estación del año. ¿En qué lado está la convivencia? ¿En el tono imperativo del Rey o en la profundidad de la fractura que cava sin tregua la tribu de los que levantan el Fort Apache catalán?  En la película de John Ford el actor Henry Fonda es un militar vanidoso que quiere a toda costa poner en cintura a Cochise, jefe de los apaches. En la película sí, pero en Cataluña no hay en estos momentos un capitán York (John Wayne) que sepa qué política hay que hacer para que no todo se quede en una cuestión de galones. Para eso ya llegaban los del teniente coronel Tardey (Henry Fonda).

Jueves, 5 - Estamos de acuerdo: Así claro que no

Así no", dijo el presidente catalán la noche anterior en la televisión para desafiar al Rey. "Así no", titulaba La Región al día siguiente en la portada. Así no, efectivamente. Así no, President. La ley no es la del embudo.

Viernes, 6 - Nada de mujeres y niños primero

El dinero es cobarde. Es el último que llega y el primero que se va. El Sabadell mudó su sede social a Alicante. Gas Natural, a Madrid. Dos ejemplos, no los únicos. Hubo un tiempo que se nos vendió que la burguesía catalana, de profundos bolsillos y superficiales ideales, casaba con la secesión. Que el coche oficial y los trajes de cinco mil pavos del banquero eran se coincidían con los harapos que viste la CUP. Que el interés del capital, que no conoce ni territorio ni dueño ni casi ley, coincidía con los postulados de quien desgaja el territorio. Hasta que llegó la banca y mandó parar. Nada de mujeres y niños primero. Ante el eventual naufragio, el dinero sale despavorido. Al final, todo era una independencia de casino.

Sábado, 7 - Sal fuera, si tienes lo que hay que tener

Contagiados del ambiente de vomitorio político el pleno del Concello de Ourense tuvo su momentito. Amagos de desaires, honores pisoteados, y cosas por el estilo. Agarradme que le doy, más o menos. Se creyó que lo que vociferaban era importante. Hasta que se callaron. Y dio igual. Irrelevante lo que dicen y lo que callan. 

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