La escasez de lluvia coloca las reservas hídricas al borde de la presequía
La escasez de precipitaciones acumulada durante buen a parte del otoño y buena parte de lo que llevamos de invierno ha llevado a que los embalses de la provincia de Ourense se encuentren a un 57,10% de su capacidad total, un 11,11% menos que en la misma fecha del año 2015.
Del conjunto de embalses con que cuenta la provincia, los que se encuentran en una situación más crítica en cuanto a volumen de agua embalsada son el de Chandrexa de Queixa, que está actualmente a un 14,96 % de su capacidad, con 9,07 hectómetros cúbicos embalsados -cuando a 26 de diciembre de 2015 se encontraba a un 53 % de ocupación, con 32,12 hectómetros cúbicos de agua embalsada-.
En parecida situación se encuentra el embalse de Cenza, en Vilariño de Conso, que se situaba el pasado 26 de diciembre en el 15 % de sus capacidad, con tan sólo algo más de seis hectómetros cúbicos de agua embalsada -a esa misma fecha del pasado año alcanzaba más del 50% de su capacidad, con 20,45 hectómetros cúbicos acumulados-.
Sin embargo, el embalse de Velle -próximo a la ciudad- mantiene una buena situación de agua embalsada, ya que se encuentra a un 83 % de su capacidad, con un total de 83,08 hectómetros cúbicos de agua acumulados, cuando en estas mismas fechas del 2015 el porcentaje era levemente superior, de algo más de un 84% de agua embalsada.
El volumen total de la demarcación -incluyendo los embalses de las vecinas provincias de Lugo y Pontevedra- a fecha 26 de diciembre de 2016 era del 47,30% del volumen total de agua embalsada, un 7,23% menos que en la misma fecha del año 2015.
Durante esta semana se va a prolongar la situación anticiclónica, según las previsiones de la Agencia Estatal de Meteorología hasta el próximo domingo, cuando está anunciada la entrada de un frente que dejará de nuevo lluvias en la provincia. Unas precipitaciones que hasta ahora han sido escasas y puntuales -de no más de dos días consecutivos-.
