"Es un depredador", dice el fiscal de un joven por tener sexo con una menor ebria en Bande

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El acusado niega que estuviera aturdida cuando estaban en el coche

El segundo juicio en 15 días de José Antonio J.N. en la Audiencia de Ourense por abusar sexualmente de una menor, en este caso de 17 años, se convirtió en un debate sobre el consentimiento. El fiscal y la letrada de la acusación particular solicitan penas de prisión de ocho y nueve años de cárcel, respectivamente, por una relación sexual con penetración en el coche del acusado, de regreso a casa, cuando la denunciante estaba noqueada tras la ingesta de varias cervezas. Ella, según aseguraron las acusaciones, no quería acostarse con él. Era su primera vez y hay un mensaje de wasap de la chica en el que le dice: “Non quería facer o de onte, non estaba preparada e menos contigo”.  Ya en casa, tras el regreso, hubo otros y ella, según la defensa, le contestó con normalidad.

El inculpado negó que la chica, a la que conocía porque eran del mismo pueblo, estuviera aturdida por el alcohol ya que incluso “iba cambiando de música y sujetando el altavoz”. Además, precisó que llevaron seis cervezas para tres y no las bebieron todas. Incluso llegó a decir que fue ella la que llevó la iniciativa en el terreno sexual, porque no eran dos extraños (“antes estuvimos liados”). Pero un amigo de la víctima, que también salió esa noche con ellos, ofreció otra versión. Asegura que la joven iba muy mareada. “No se movía ni hablaba”, apostilló.  Este testigo detalló que dentro de la poza “José se le acercó y le dio una abrazo pero ella lo apartó”.

Los tres acudieron en la noche del 24 de noviembre de 2018 a las termas de Bande para bañarse. Cuando salieron del agua, ella ya iba mareada, confirmó el amigo. De hecho, asegura, que no pudo ni ponerse los calcetines y se subió en chanclas al automóvil.

La relación sexual se produjo cuando denunciante y denunciado se quedaron a solas en el coche. La joven, que declaró a puerta cerrada y tuvo que interrumpir la declaración por una crisis de ansiedad, asegura que se percató de lo sucedido cuando sintió jadear al acusado sobre su hombro, pero estaba encima de ella y no pudo zafarse. Según recalcó, no consintió la relación sexual porque estaba semiinconsciente.  

"Vouche comer a pesetiña"

Sólo ambos coinciden en un apunte: él le compró la píldora del día después porque el preservativo se rompió. Y antes de los hechos, había una relación fluida entre ambos con mucha comunicación online. Hubo un  volcado del móvil de ella y en los casi 9.000 mensajes había textos con connotaciones sexuales del tipo “vouche comer a coniña” o “vouche comer a pesetiña”.

El fiscal, en su informe final, llamó “depredador sexual” al encausado, quien, según afirmó”, “tenía una novia de 14 años cuando él tenía 24 y presumía delante de la denunciante de sus conquistas”. Precisamente, fue juzgado hace 15 días en la Audiencia de Ourense por abusos sexuales por haber mantenido un relación sexual completa con una adolescente de 14 años.

La letrada de la acusación enfatizó la “persistencia y coherencia” de las siete declaraciones que tuvo que prestar la afectada a lo largo del proceso. Y las corroboraciones periféricas: declaraciones de los amigos y de los peritos del Imelga, que no observaron fabulación en su testimonio y sí apreciaron “sintomatología depresiva compatible con una agresión sexual”.

 El abogado de José Antonio recordó que la joven estaba viviendo con sus abuelos maternos “porque estaba emancipada y la debemos considerar mayor de edad a todos los efectos”. Para el letrado, “éticamente es reprobable su conducta pero no merecedora de un castigo penal”.

El inculpado aprovechó el turno de última palabra, al finalizar el juicio, para lanzar un dardo: “Ni su propia madre la cree, que no cuente películas ”.

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