La venta de vivienda a extranjeros representa una muy pequeña parte de las operaciones del sector, que en los últimos años ha oscilado entre el 1% y 3% de las transacciones efectuadas en la provincia, según los datos que recopila el Ministerio de Fomento.
En concreto, en el primer semestre del año se realizaron 20 ventas de viviendas a extranjeros, de un total de 702 operaciones registradas en la provincia, lo que supone un 3%. El año pasado, las adquisiciones por este perfil de cliente habían ascendido a 35 de un total de 1.815 (2%), mientras en 2010 fueron 32 de 2.870 (1%).
Además, el volumen de ventas a extranjeros ha caído notablemente desde el inicio de la crisis económica. El máximo se registraba en 2006, con 112 operaciones (el 3% de las 3.396 contabilizadas este año).
En lo que respecta al precio, los datos de Fomento ponen de manifiesto que el importe medio destinado por los extranjeros a la compra de vivienda en la provincia fue de 105.000 euros en las operaciones realizadas este año, frente a los 100.000 de 2011, si bien en 2010 había llegado a 115.000 euros. Se trata de importes un 5% inferiores a la media del total de operaciones de los correspondientes ejercicios.
PERFILES
Desde la Asociación de Inmobiliarios de Ourense, su presidente, Benito Iglesias, explica que la provincia no constituye una localización demandada por clientes extranjeros, a diferencia de lo que ocurre con las Rías Baixas o las Altas e incluso la Mariña lucense.
En todo caso, Iglesias indica el colectivo extranjero que actualmente realiza más compras de vivienda en la provincia es el chino. 'Ahí hay un mercado, aunque su peso dentro del total es escaso', indica. En todo caso, en los últimos años ha aumentado la presencia de ciudadanos chinos vinculados a diversos negocios como bazares, hostelería o moda textil, y los encargados de este tipo de establecimientos (aunque no los empleados) sí se están decantando por comprar vivienda. 'Pero es un perfil muy discreto, es gente que no va haciendo ruido', señala. Además, son clientes que no necesitan financiación y buscan pisos de gama medio-alta (con una ubicación céntrica y bien acondicionados), con operaciones que superan los 200.000 euros. A juicio de los profesionales inmobiliarios, en este colectivo sí podría tener repercusión la medida que anunció el Gobierno de otorgar la nacionalidad por compras superiores a 160.000 euros, aunque en el caso de Ourense sería reducida.
Aparte de este colectivo, actualmente son pocos los extranjeros que demandan vivienda en Ourense, fundamentalmente casos puntuales de clientes de países del norte de Europa que se interesan por casas por rehabilitar.
'Otro caso distinto es el de la doble nacionalidad', añade, que son fundamentalmente descendientes de emigrantes, donde existen dos perfiles: por un lado, los compradores que buscan propiedades para residir durante los meses que vienen a la provincia, bien acondicionadas y de precio alto; y, por otro lado, los que compran como inversión y se decantan por pisos más modestos.
Además, el volumen de ventas a extranjeros ha caído notablemente desde el inicio de la crisis económica. El máximo se registraba en 2006, con 112 operaciones (el 3% de las 3.396 contabilizadas este año).
En lo que respecta al precio, los datos de Fomento ponen de manifiesto que el importe medio destinado por los extranjeros a la compra de vivienda en la provincia fue de 105.000 euros en las operaciones realizadas este año, frente a los 100.000 de 2011, si bien en 2010 había llegado a 115.000 euros. Se trata de importes un 5% inferiores a la media del total de operaciones de los correspondientes ejercicios.
PERFILES
Desde la Asociación de Inmobiliarios de Ourense, su presidente, Benito Iglesias, explica que la provincia no constituye una localización demandada por clientes extranjeros, a diferencia de lo que ocurre con las Rías Baixas o las Altas e incluso la Mariña lucense.
En todo caso, Iglesias indica el colectivo extranjero que actualmente realiza más compras de vivienda en la provincia es el chino. 'Ahí hay un mercado, aunque su peso dentro del total es escaso', indica. En todo caso, en los últimos años ha aumentado la presencia de ciudadanos chinos vinculados a diversos negocios como bazares, hostelería o moda textil, y los encargados de este tipo de establecimientos (aunque no los empleados) sí se están decantando por comprar vivienda. 'Pero es un perfil muy discreto, es gente que no va haciendo ruido', señala. Además, son clientes que no necesitan financiación y buscan pisos de gama medio-alta (con una ubicación céntrica y bien acondicionados), con operaciones que superan los 200.000 euros. A juicio de los profesionales inmobiliarios, en este colectivo sí podría tener repercusión la medida que anunció el Gobierno de otorgar la nacionalidad por compras superiores a 160.000 euros, aunque en el caso de Ourense sería reducida.
Aparte de este colectivo, actualmente son pocos los extranjeros que demandan vivienda en Ourense, fundamentalmente casos puntuales de clientes de países del norte de Europa que se interesan por casas por rehabilitar.
'Otro caso distinto es el de la doble nacionalidad', añade, que son fundamentalmente descendientes de emigrantes, donde existen dos perfiles: por un lado, los compradores que buscan propiedades para residir durante los meses que vienen a la provincia, bien acondicionadas y de precio alto; y, por otro lado, los que compran como inversión y se decantan por pisos más modestos.
