La Justicia exhibe numerosas vías de agua. Se ven desde fuera y desde lejos. Pero con las vías exuberantes conviven también las discretas. Las penurias que atosigan a los operadores judiciales -peritos, forenses, psicólogos- de los que tan directamente depende la calidad de la Justicia, preocupa por igual a jueces y fiscales. Si aquéllos fallan, si no disponen de medios, están abocadas a fracasar no pocas tramitaciones procesales, ya de corte penal, ya social.
Tomemos a los forenses. 'Somos los mismos siete que hace 20 años', advierte el subdelegado del Imelga, Julio Jiménez. En ese tiempo, 'los asuntos que entran en los juzgados se han multiplicado por varias cifras. Y no sé en qué numero han aumentado los jueces y fiscales. No sólo eso. Cada vez 'son más variados y más complejos los informes que se solicitan al Imelga', admiten desde uno de los juzgados de Instrucción. Por razones obvias, las partes que pleitean prefieren acudir a un organismo oficial antes que a un especialista particular.
Con una plantilla de siete forenses, una psicóloga, una trabajadora social, un agente judicial y un auxiliar administrativo, el Imelga 'atiende a una media de 60 lesionados a la semana, realiza cuatro autopsias cada siete días, reconoce 20 agresiones sexuales anuales y dos casos de violencia doméstica a la semana, valora cuatro incapacidades mensuales', según Jiménez. Añádase la asistencia a las vistas orales de los juzgados de lo Penal, Audiencia, Juzgado de Menores y juzgados de lo Social. Y falta lo peor. 'Uno de los problemas más graves que tenemos es que el tiempo se nos va en trabajos de mecanografía', afirma el forense. Esta penuria de medios, señalan desde el Ministerio Fiscal, 'en ocasiones obliga a que haya que solicitar ampliaciones sobre los informes iniciales, aunque sabemos que con los medios de que dispone, el trabajo del Imelga es heroico'.
tasaciones de daños y bienes
¿Y los peritos? No es mejor su situación. En este campo se advierten serias dificultades para disponer de especialistas en tasación de bienes y daños materiales, dado el gran número de requerimientos que en tal sentido se producen y que hacen retrasar en no pocas ocasiones los procedimientos, observan fuentes judiciales. Ésta circunstancia se vuelve más peliaguda tratándose en ocasiones de diligencias urgentes 'de las que un gran número de ellas no pasan al trámite de juicio por no contar con la oportuna pericial de valoración', denuncian en la Fiscalía. Actualmente, la Xunta de Galicia hace recaer las pruebas periciales en una empresa privada que ha accedido a la prestación de este servicio en un concurso público. Jueces y fiscales consideran imprescindible la 'plena disponibilidad' de los peritos, ya que de otro modo 'muchos asuntos pasan a trámite de diligencias previas, cuando podrían haber sido resueltos en un juicio rápido'.
Luis Menor, jefe territorial de Xusticia, confiesa que 'somos conscientes del problema, pero la situación económica lo dificulta todo'. Antes de los recortes motivados por la crisis, 'estaba en la previsión' de la Xunta 'aumentar el número de psicólogos para paliar el déficit de pruebas periciales'.
Con una plantilla de siete forenses, una psicóloga, una trabajadora social, un agente judicial y un auxiliar administrativo, el Imelga 'atiende a una media de 60 lesionados a la semana, realiza cuatro autopsias cada siete días, reconoce 20 agresiones sexuales anuales y dos casos de violencia doméstica a la semana, valora cuatro incapacidades mensuales', según Jiménez. Añádase la asistencia a las vistas orales de los juzgados de lo Penal, Audiencia, Juzgado de Menores y juzgados de lo Social. Y falta lo peor. 'Uno de los problemas más graves que tenemos es que el tiempo se nos va en trabajos de mecanografía', afirma el forense. Esta penuria de medios, señalan desde el Ministerio Fiscal, 'en ocasiones obliga a que haya que solicitar ampliaciones sobre los informes iniciales, aunque sabemos que con los medios de que dispone, el trabajo del Imelga es heroico'.
tasaciones de daños y bienes
¿Y los peritos? No es mejor su situación. En este campo se advierten serias dificultades para disponer de especialistas en tasación de bienes y daños materiales, dado el gran número de requerimientos que en tal sentido se producen y que hacen retrasar en no pocas ocasiones los procedimientos, observan fuentes judiciales. Ésta circunstancia se vuelve más peliaguda tratándose en ocasiones de diligencias urgentes 'de las que un gran número de ellas no pasan al trámite de juicio por no contar con la oportuna pericial de valoración', denuncian en la Fiscalía. Actualmente, la Xunta de Galicia hace recaer las pruebas periciales en una empresa privada que ha accedido a la prestación de este servicio en un concurso público. Jueces y fiscales consideran imprescindible la 'plena disponibilidad' de los peritos, ya que de otro modo 'muchos asuntos pasan a trámite de diligencias previas, cuando podrían haber sido resueltos en un juicio rápido'.
Luis Menor, jefe territorial de Xusticia, confiesa que 'somos conscientes del problema, pero la situación económica lo dificulta todo'. Antes de los recortes motivados por la crisis, 'estaba en la previsión' de la Xunta 'aumentar el número de psicólogos para paliar el déficit de pruebas periciales'.
