CRÓNICA

Cementerios vivos para los muertos

Ourense. 01-11-15. Local. Día de tódolos Santos no ceminterio de San Francisco.
Foto: Xesús Fariñas
photo_camera Cientos de personas se acercaron a lo largo de la jornada de ayer hasta el cementerio municipal de San Francisco para honrar a sus seres queridos

Los camposantos de San Francisco, As Caldas y Santa Mariña, en la ciudad, y también los camposantos de todas las parroquias, aldeas y villas de la provincia, se convirtieron en un punto de encuentro para las familias que quisieron recordar a sus seres queridos fallecidos

Los ourensanos volvieron a cumplir con la tradición cristiana de visitar el cementerio para recordar a los que ya no están. En la ciudad, los camposantos municipales de As Caldas, San Francisco y Santa Mariña han sido a lo largo de este fin de semana de Todos los Santos un punto de encuentro para las familias, que han depositado velas y flores naturales sobre las sepulturas de sus seres queridos. Los claveles y los crisantemos, junto con las dalias, han sido los preferidos para los fieles aunque cada vez se hace notar más la presencia de las margaritas. Lo importante, en cualquier caso, es que se trate de flores naturales, una idea compartida por Ángeles Rodríguez que ayer visitó el cementerio de San Francisco en compañía de su prima. "No nos gustan las flores de plástico. Prefiero antes traer un olivo verde", decía.


El murmullo de la gente y los niños correteando entre las tumbas, ajenos al significado de la festividad, contrasta con el silencio y la paz que reina en estos recintos el resto de días del año. Visitar los nichos cada día 1 de noviembre es una costumbre o "visita reglamentaria" como dijeron Alberto Gago o Mari Luz López, que visitaron a sus seres queridos que descansan en el cementerio de As Caldas, situado en el Matadero, todos los años. Frente a esta postura, está la de la ourensana Ángeles Rodríguez: "No soy de flores ostentos y el resto del año, nada. Vengo hasta el cementerio una vez cada quince días", decía. 


Otros visitantes, en cambio, decidieron no adecentar los nichos de sus familiares ni con centros ni cirios por culpa de los robos que se están produciendo en el cementerio de San Francisco. Es el caso de una vecina, cuyas iniciales son L.C., que dice que le robaron en varias ocasiones los maceteros de sus nichos. "Me dijeron que saltan por el muro y que llegaron a robar una cruz. Deberían poner cámaras de videovigilancia. Es una falta de respecto", explicaba.
Los actos litúrgicos con motivo de la celebración de Todos los Santos son otro de las costumbres más arraigadas en la comunidad cristiana. El obispo de la Diócesis de Ourense, Leonardo Lemos, ofició ayer un acto religioso a las 16.00 horas en el cementerio de As Caldas y a las 17.30 horas en el de San Francisco. 


Ya fuera de la ciudad, los camposantos de todas las parroquias, desde aldeas a villas y pequeños pueblos de toda la provincia, se llenaban también de color y de amigos y familiares de los fallecidos y enterrados en sus panteones y sepulturas. Las calles se animan y cientos de personas entran y salen de los cementerios tras visitar los nichos de sus allegados y depositar sus centros de flores, velas y cirios. Porque muchos todavía llevaron ayer sus flores a las tumbas de sus seres queridos. No importa cuántos kilómetros los separen de su pueblo para reunirse con la familia cada 1 de noviembre, una fecha marcada en la tradición cristiana. 
Hoy, día festivo, esta aglomeración se dejará sentir pero ya en menor medida. Es fiesta en la Comunidad Autónoma y continúa el horario especial de apertura de los cementerios, en Ourense y en las villas. 

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