Un homenaje a una vida centenaria

Josefa López con dos de sus hijos. (Foto: Miguel Ángel.)
Josefa López es una de las 42 personas centenarias que están empadronadas en el concello de Ourense y que el próximo viernes recibirá un homenaje.
Josefa López Blanco es una de las 42 personas centenarias que están empadronadas en Ourense y a las que el Concello rendirá un homenaje el próximo viernes en el Paraninfo del Instituto Pedrayo, aunque sólo podrán asistir al acto, además de ella, Cristalina Adán Salgado, de 106 años; Concepción Rodríguez Quintas, de 103, y Camilo Formosel Vázquez, de 101.

A sus 102 años, Josefa López es una mujer lúcida, autónoma, presumida y con un gran sentido del humor, que vive rodeada del cariño y cuidado de sus cuatro hijos, cinco nietos y tres biznietos, aunque algunos desde la distancia, ya que residen en Alemania.

Afirma que su vida no ha sido fácil, porque enviudó en el año 1951. ‘O meu fillo máis pequeno tiña dous anos e a maior 17. Tiven que traballar moito para sacar adiante á miña familia, traballando de sol a sol no campo’. Y recuerda los sacos de maíz de centeno de 30 ó 40 kilos que llevaba cargados sobre su cabeza al molino, cuando llevaba las vacas al monte o cuando labraba la tierra. ‘Son labradora por sorte e a miña vida foi moi dura, pois non pude emigrar e daquelas non había agraria’, explica. No obstante, añade que ‘fame nunca pasamos, pero non tiñamos fartura de moitas cousas’.

Vivió toda su vida en la parroquia de Orbán, en Vilamarín, hasta que hace 14 años se vino por voluntad propia a la ciudad. Ahora comparte su tiempo con sus hijos, Josefa Nóvoa (una emigrante retornada), con la que convive, Enrique (que reside en el pueblo) y Fernando (que también está afincado en la ciudad). Su otro hijo, Manuel, trabaja en Alemania desde hace 40 años.

‘Non me importou deixar a aldea, porque alí había que ir ó monte cas vacas, preparar os toxos ou arar a terra’.

Sin embargo, en la ciudad pasa el tiempo leyendo las revistas del corazón o viendo la televisión. ‘Non preciso gafas nin tomo ningunha medicación’, aclara. Confiesa que lo que más le gusta ver son los informativos y las noticias de la prensa rosa. Según Fernando y Josefa, le encantan ‘os cotilleos. Vio todo o festival de Eurovisión para ver o resultado do Chiquilicuatre’, que le parece un ‘chilindrín’, según sus propias palabras.

Mientras, ella escucha con atención a sus hijos hasta que éstos empiezan a decir que ‘é a millor nai do mundo e non da ningún traballo. Foi unha esclava toda a vida e non fixo capital, anduvo arrastrada para criarnos’. Entonces rompe a llorar de emoción.

Aunque Josefa López Blanco sale muy poco a la calle últimamente, ‘porque resbalou na alfombra e lle doen moito as pernas’, asegura que no se perderá el homenaje.’ Si hai que ir vaise’, sentenció.

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