El turismo ourensano inició este 2022 con el reto de comenzar la recuperación tras una pandemia que dejó casi a cero el contador de turistas. Los primeros datos del año muestran que la tendencia es positiva, acercándose a los guarismos de antes de la pandemia, aunque todavía un punto por debajo.
En cuanto a la ocupación hotelera, principal destino de los turistas que visitan la provincia, entre enero y febrero de 2022 recibieron a un total de 14.813 visitantes, que no deja de ser el dato más bajo desde 2018, aunque se aproxima mucho a los anteriores. Lo que sí evidencia es una mejora sustancial con respecto a la etapa más restrictiva de la pandemia, ya que en los dos primeros meses de 2021 solo llegaron a los hoteles provinciales 5.285 turistas.
Los primeros datos del año muestran que la tendencia es positiva, cerca de los guarismos de antes de la pandemia.
El año anterior, 2020, fue el que más viajeros trajo a tierras ourensanas (17.939), o al menos en este lapso, ya que no fue hasta marzo cuando comenzaron las restricciones. El resto de años arrojan cifras muy similares a las del presente año, todas en torno a los 14.000 viajeros.
Las casas de turismo rural tienen menos motivos para el optimismo, si bien también comienzan a dejar atrás la pandemia. En enero y febrero de este año recibieron a 2.339 turistas, muy por encima de los 419 que llegaron en el mismo periodo del año anterior. En 2020 viajaron hasta estos establecimientos un total de 2.864 turistas, mientras que en 2019 fueron 3.021, por los 3.664 de 2018, cuando se registró el récord.
Las visitas de lo que va de año al rural ourensano dejaron 3.507 pernoctaciones, el segundo peor dato de la década, superando solo las 690 de 2021. Un año antes, en 2020 se registraron 4.590, mientras que en 2019 fueron 4.505. La cifra más alta, de 2018, fue de 5.656 noches
