La entrada en servicio de la segunda fase de la central de Santo Estevo convierte a la instalación en el complejo hidroeléctrico con mayor potencia instalada de Galicia, con un total de 441 megavatios.
De hecho, la presa original tenía una potencia de 264 megavatios (en su inauguración en 1957 era la más grande en Europa) y ahora gana 177, gracias a la colocación de un nuevo equipo instalado en una galería subterránea. Las nuevas instalaciones fueron inauguradas ayer en un acto al que asistieron el presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, y el de la Xunta, Alberto Núñez, en el que no faltó la bendición de las instalaciones por parte del obispo ourensano, Leonardo Lemos, y la música de gaitas de la Real Banda de Ourense.
Con la ampliación, el complejo de Santo Estevo producirá anualmente 1.000 gigavatios hora, que equivale al consumo anual medio de más de 600.000 personas, casi el doble de la provincia de Ourense. Se trata de una producción muy importante, teniendo en cuenta que la energía total generada por las centrales ourensanas en 2010 fue de 6.157 gigavatios hora. En términos económicos, teniendo en cuenta que el precio de mercado del megavatio hora ronda los 50 euros, la producción sólo en esta central ascendería a 50 millones anuales, por lo que en menos de tres años la eléctrica ingresará lo que costó la obra.
OBRA CONTROVERTIDA
Este proyecto ha estado precedido por una fuerte controversia social por el impacto medioambiental que produjo la obra (que llegó a secar tramos del río Sil y extrajo 200.000 metros cúbicos de roca) y por los escasos beneficios para la provincia, en comparación con las elevadas ganancias de la eléctrica. Iberdrola alega que invirtió 127 millones de euros en la segunda fase de la central, aunque el 40% repercute en empresas de fuera de Galicia, frente a un 60% en la comunidad. Además, la generación de empleo en esta central, terminadas las obras, se reduce a 20 trabajadores dedicados a trabajos de mantenimiento esporádicos.
En cuanto a pago de nuevos impuestos derivados de la ampliación de la obra, según cálculos estimativos, podría situarse en torno a 160.000 euros al año, en concepto de IAE y de Bienes Inmuebles de Características Especiales, a repartir entre ocho concellos afectados (de Ourense y Lugo). Iberdrola prevé ahora iniciar en San Pedro una obra similar, y mantiene congelada una controvertida central de bombeo en Santa Cristina.
Con la ampliación, el complejo de Santo Estevo producirá anualmente 1.000 gigavatios hora, que equivale al consumo anual medio de más de 600.000 personas, casi el doble de la provincia de Ourense. Se trata de una producción muy importante, teniendo en cuenta que la energía total generada por las centrales ourensanas en 2010 fue de 6.157 gigavatios hora. En términos económicos, teniendo en cuenta que el precio de mercado del megavatio hora ronda los 50 euros, la producción sólo en esta central ascendería a 50 millones anuales, por lo que en menos de tres años la eléctrica ingresará lo que costó la obra.
OBRA CONTROVERTIDA
Este proyecto ha estado precedido por una fuerte controversia social por el impacto medioambiental que produjo la obra (que llegó a secar tramos del río Sil y extrajo 200.000 metros cúbicos de roca) y por los escasos beneficios para la provincia, en comparación con las elevadas ganancias de la eléctrica. Iberdrola alega que invirtió 127 millones de euros en la segunda fase de la central, aunque el 40% repercute en empresas de fuera de Galicia, frente a un 60% en la comunidad. Además, la generación de empleo en esta central, terminadas las obras, se reduce a 20 trabajadores dedicados a trabajos de mantenimiento esporádicos.
En cuanto a pago de nuevos impuestos derivados de la ampliación de la obra, según cálculos estimativos, podría situarse en torno a 160.000 euros al año, en concepto de IAE y de Bienes Inmuebles de Características Especiales, a repartir entre ocho concellos afectados (de Ourense y Lugo). Iberdrola prevé ahora iniciar en San Pedro una obra similar, y mantiene congelada una controvertida central de bombeo en Santa Cristina.
