La Iglesia y el Concello se desplantan una vez al año

Concello y Obispado escenificaron, con su desencuentro sobre la escalinata de Santa María Nai, el último acto de los días santos en Ourense, con un desfile de alta participación.

Ourense se despidió de la Semana Santa con una mañana sin lluvia, lo cual permitió por fin lucir a una procesión: la de Pascua. Mientras se desarrollaba en la catedral el acto religioso, los representantes públicos se fueron citando en la Plaza Mayor para una ceremonia de carácter típicamente ourensano: el Desplante. Los concelleiros y eclesiásticos volvieron a escenificar su desencuentro en las escaleras de Santa María Nai.

Una tradición histórica que se atribuye a un desencuentro entre el obispo de Ourense y la corporación municipal en el siglo XVIII, a causa del coste de la escalinata de Santa María Nai; primitiva catedral de la ciudad. Cuando los representantes civiles se negaron a sufragar parte del coste de reparación de las escaleras, el obispo les impidió después pisarlas para subir al templo al término de la procesión pascual, dando así origen al acto que se celebraba ayer, y que estaba programado para la una de la tarde.

Con algo de sol en la Plaza Mayor de Ourense, poco a poco se fueron congregando vecinos y visitantes para asistir al evento. En esta ocasión, la música corrió a cargo de la banda de gaitas de Verea. El alcalde, Gonzalo Jácome, se ausentó finalmente de la ceremonia, siendo ocupado su lugar por Ignacio González, segundo teniente de alcalde, quien encabezó su primer desplante, mostrándose “muy contento” al final del mismo porque “todo salió muy bien”. A la comitiva asistieron también representantes de tres de los cuatro partidos presentes en el Concello: Democracia Ourensana, PP y PSOE, además de delegados de la Policía Local. 

Con puntualidad

“Esto a la una no empieza” comentaban los asistentes, pero la comitiva municipal partía rumbo a la catedral con las campanadas, seguida por los vecinos de Ourense. El segundo acto de esta tradición tuvo como escenario el templo catedralicio, al que la comitiva llegó atravesando la Praza do Trigo. Allí, se unieron a don Leonardo Lemos frente al altar mayor del templo, y encabezados por la figura de la virgen, regresaron a las calles de Ourense por la Plaza de Santa Eufemia. No lo hicieron solos, pues cientos de ourensanos formaron a ambos lados de la procesión, participando en el último acto de las celebraciones, después de que la lluvia haya sido protagonista.

Reverencia y despedida

Y así, la talla entró en la Plaza Mayor en torno a las 13,15 horas, mientras la Policía Local pedía a algunos espectadores que despejaran la escalinata.

Santa María Nai regresó a su templo, y don Leonardo ascendió hasta lo alto de las escaleras para hacer el saludo de desplante a los integrantes de la corporación municipal, que le dieron la espalda entre el aplauso de los asistentes.

El templo permaneció abierto, y quienes habían acompañado a la Virgen hicieron colas para un último acto de devoción. Con esta tradicional celebración, concluyó la Semana Santa en Ourense. 

Te puede interesar