Un incendio arrasó la nave de Bazar Orense, ubicada en Quintela de Canedo. Las llamas se produjeron alrededor de las cinco de la tarde en la entrada del inmueble por causas que todavía no han podido ser determinadas. La gran cantidad de material combustible -se trata de una de las mayores exposiciones de muebles de Galicia- facilitó la propagación del incendio, que se temía hubiera afectado a la estructura del edificio.
Minutos antes de las cinco de la tarde, la central de alarmas de Santiago daba el primer aviso: había fuego en la nave de Bazar Orense, en Quintela de Canedo. Lo que se encontraron los trabajadores, bomberos y policías locales que se desplazaron al lugar fue el preludio de lo que vendría después. Un espectáculo dantesco en el que en unas dos horas se calcinaron las cinco plantas de la nave, de alrededor de 7.000 metros cuadrados, según varios trabajadores.
El incendio comenzó en la entrada del edificio emblema de la marca ourensana desde comienzos de los años 80 -abrían su primer local en la calle del Paseo en 1935-. Las causas eran ayer todavía una incógnita, a la espera de que se puedan analizar los restos del fuego cuando se hubiera sofocado completamente (las labores de extinción se extenderín durante buena parte de la pasada noche). No hubo daños personales ya que a la hora en la que se iniciaba el fuego, la nave estaba vacía pues en verano cierra los sábados por la tarde.
El fuego se fue propagando con rapidez por el inmueble y su evolución en el interior, de forma completamente aleatoria, obligó a bomberos de Ourense -con refuerzo de los de San Cibrao, Coles, Ribadavia y dos brigadas forestales- a trabajar desde fuera del edificio. La gran cantidad de material combustible -los muebles y un almacén de colchones usados para su destrucción- facilitó la propagación de las llamas y generó un intenso humo negro que obligó a desalojar dos viviendas cercanas mientras los bomberos intentaban evitar que el incendio se propagase. Alrededor de las ocho y media de la tarde, el incendio se daba por controlado. La preocupación se centraba entonces en la pared que comparte la nave con Cash IFA dado que, según comprobaron junto con un arquitecto municipal y el teniente de alcalde, Alexandre Sánchez Vidal, habían aparecido grietas por las altas temperaturas y temían un derrumbe de este muro, con lo que se podría propagar el incendio (existía menos riesgo a última hora).
Ante este peligro, recomendaron a la familia de la vivienda más cercana que pasara la noche fuera. El amplio dispositivo desplegado para hacer frente a las llamas hizo necesario que la Policía Local cortase el tráfico, desviándolo hacia la autovía y el desdoblamiento de la carretera N-120 en sentido Ourense. El incendio afectó también al tráfico ferroviario, retrasando la salida de un Talgo.
El incendio comenzó en la entrada del edificio emblema de la marca ourensana desde comienzos de los años 80 -abrían su primer local en la calle del Paseo en 1935-. Las causas eran ayer todavía una incógnita, a la espera de que se puedan analizar los restos del fuego cuando se hubiera sofocado completamente (las labores de extinción se extenderín durante buena parte de la pasada noche). No hubo daños personales ya que a la hora en la que se iniciaba el fuego, la nave estaba vacía pues en verano cierra los sábados por la tarde.
El fuego se fue propagando con rapidez por el inmueble y su evolución en el interior, de forma completamente aleatoria, obligó a bomberos de Ourense -con refuerzo de los de San Cibrao, Coles, Ribadavia y dos brigadas forestales- a trabajar desde fuera del edificio. La gran cantidad de material combustible -los muebles y un almacén de colchones usados para su destrucción- facilitó la propagación de las llamas y generó un intenso humo negro que obligó a desalojar dos viviendas cercanas mientras los bomberos intentaban evitar que el incendio se propagase. Alrededor de las ocho y media de la tarde, el incendio se daba por controlado. La preocupación se centraba entonces en la pared que comparte la nave con Cash IFA dado que, según comprobaron junto con un arquitecto municipal y el teniente de alcalde, Alexandre Sánchez Vidal, habían aparecido grietas por las altas temperaturas y temían un derrumbe de este muro, con lo que se podría propagar el incendio (existía menos riesgo a última hora).
Ante este peligro, recomendaron a la familia de la vivienda más cercana que pasara la noche fuera. El amplio dispositivo desplegado para hacer frente a las llamas hizo necesario que la Policía Local cortase el tráfico, desviándolo hacia la autovía y el desdoblamiento de la carretera N-120 en sentido Ourense. El incendio afectó también al tráfico ferroviario, retrasando la salida de un Talgo.
