La inflación reta al buen momento de la construcción

photo_camera La junta directiva de la Federación Galega da Construción se dio cita ayer en Vilamarín para analizar la situación y principales retos de un sector que supera los 80.000 empleos en Galicia, de los que 8.375 se encuentran en la provincia, repartidos entre asalariados (4.822) y autónomos (3.553). 

El sector tiene “mucha carga de trabajo” a pesar del alza de precios. Emplea a 8.375 ourensanos

La junta directiva de la Federación Galega da Construción se dio cita ayer en Vilamarín para analizar la situación y principales retos de un sector que supera los 80.000 empleos en Galicia, de los que 8.375 se encuentran en la provincia, repartidos entre asalariados (4.822) y autónomos (3.553). 

En la cita participó, entre otros, el presidente de la Asociacion Provincial de Empresarios de la Construcción, Santiago Ferreiro, quien certificó el buen momento que atraviesa el sector, que cuenta “con mucha carga de trabajo”. Sin embargo, en el horizonte aparecen algunos nubarrones, los que trae el delicado contexto económico, que podrían provocar que la actividad “se estabilice” y cese su crecimiento, aunque por el momento los profesionales descartan una contracción.

Una de las mayores preocupaciones es la inflación, que “va a afectar a la capacidad adquisitiva del futuro propietario de la vivienda”, y que puede suponer un escollo tanto para constructoras como para inmobiliarias y promotoras. Por el momento el mercado de la vivienda resiste el buen momento que atraviesa desde 2018, y que se vio reforzado gracias a los ahorros extra acumulados durante la pandemia.

También genera incertidumbre las recientes subidas de los tipos de interés acometidas por el Banco Central Europeo, que afectan al sector por una doble vía: reduce la demanda de viviendas por el encarecimiento de las hipotecas e incrementa los costes de financiación de las empresas constructoras. 

Ferreiro considera necesaria una modificación de la normativa que regula la revisión de costes en las obras públicas, para que se hagan extensivas a más compañías y materiales. Asegura que debido al incremento de precio de los suministros, “están quedando muchas obras públicas desiertas”. “El Real Decreto es una huida hacia adelante, pero no soluciona el problema que tenemos. De todas las obras que hay en marcha, pueden entrar en la revisión de precios el 3%”, aseguró, y demandó que se contemplen también las actuaciones con una duración inferior a los cuatro meses.

La jornada contó también con el presidente provincial, Manuel Baltar, quien apostó por “seguir establecendo sinerxias que faciliten a formación de novos profesionais”.

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