Rubén G.F., de 43 años, admitió ayer en el juicio que tuvo lugar el Juzgado Penal 2 que desistió de atracar la tienda de congelados Hiperxel, en la calle San Rosendo de la ciudad, cuando la empleada comenzó a lanzarle pequeños objetos al tiempo que gritaba. Pero también admitió que intentó perpetrar el robo con un cuchillo en la mano. El fiscal rebajó la petición inicial de tres años de prisión a año y medio porque el inculpado actuó influenciado por su dependencia a las drogas de abuso.
Los hechos que ayer fueron enjuiciados sucedieron el 7 de julio de 2020 sobre la diez de la mañana. En ese momento, se encontraba únicamente en el negocio la empleada. El acusado la abordó por la espalda con un cuchillo y le exigió la entrega de todo el dinero que hubiera en el establecimiento.
La víctima del atraco, en un ataque de pánico, comenzó a gritar para pedir auxilio al tiempo que se defendió lanzándole pequeños objetos que estaban a su alcance. Uno de ellos impactó en la cabeza de Rubén, quien, cuando vio que el cajón de la recaudación se cayó al suelo, se dio a la fuga, sin conseguir culminar el asalto.
Agentes de la Policía Nacional lo detuvo alrededor de las doce y media de la mañana. Estaba en la oficina del Inem de la calle Francisco Blanco.
La Fiscalía de Ourense aunque le aplicó la atenuante de drogadicción también tuvo presenta la agravante de reincidencia porque el acusado ya había sido condenado con anterioridad por hechos similares.
