La familia de Manuel Castro, concejal socialista de Castrelo do Miño fallecido el 23 de septiembre en el Complexo Hospitalario de Ourense tras someterse a una colonoscopia, acusó ayer a la gerencia del CHOU -a través de su portavoz y abogado, José Arcos- de mostrar una 'actitud impresentable' hacia ella.
Porque ni a la luz de la autopsia clínica elaborada por el propio hospital -en la que por primera vez se asume el papel desencadenante de un anestésico contaminado por una bacteria en el óbito de Manuel Castro- 'nadie desde la gerencia se ha dignado a ponerse en contacto con la familia siquiera para aminorar su dolor'. Arcos admitió que lo hicieron algunos médicos, 'pero siempre a título personal'.
Precisamente, los resultados de la autopsia clínica, sumados a la espera en balde por una llamada desde el CHOU, han empujado a la familia a actuar, tal como adelantó La Región al informar que la familia entendía que podía haber responsabilidad criminal en la actuación del Sergas. Y es que si hasta ahora éste se había limitado a hablar de una conciencia espacio-temporal entre la presencia del virus y del paciente en la misma sala y su inmediato fallecimiento, había evitado dar el paso y hablar de una relación causa-efecto entre la entrada del virus en su cuerpo y la muerte. De hecho, la autopsia revela que 'el agente patógeno congestionó los órganos vitales, y de hecho, aparecieron restos del mismo en todos ellos'.
El informe clínico es especialmente contundente al referirse a la causa de la muerte: fue 'un fracaso funcional multiorgánico por shock séptico de todos los órganos como consecuencia de habérsele inyectado una sustancia sedante contaminada'. Ante estos hechos, confirmó Arcos, 'la familia sólo va a pedir que se le reconozcan sus derechos. Procede proponer un resarcimiento y que el Sergas haga frente a la responsabilidad civil'. El portavoz no entró a concretar qué cifra económica solicitarán.
Precisamente, los resultados de la autopsia clínica, sumados a la espera en balde por una llamada desde el CHOU, han empujado a la familia a actuar, tal como adelantó La Región al informar que la familia entendía que podía haber responsabilidad criminal en la actuación del Sergas. Y es que si hasta ahora éste se había limitado a hablar de una conciencia espacio-temporal entre la presencia del virus y del paciente en la misma sala y su inmediato fallecimiento, había evitado dar el paso y hablar de una relación causa-efecto entre la entrada del virus en su cuerpo y la muerte. De hecho, la autopsia revela que 'el agente patógeno congestionó los órganos vitales, y de hecho, aparecieron restos del mismo en todos ellos'.
El informe clínico es especialmente contundente al referirse a la causa de la muerte: fue 'un fracaso funcional multiorgánico por shock séptico de todos los órganos como consecuencia de habérsele inyectado una sustancia sedante contaminada'. Ante estos hechos, confirmó Arcos, 'la familia sólo va a pedir que se le reconozcan sus derechos. Procede proponer un resarcimiento y que el Sergas haga frente a la responsabilidad civil'. El portavoz no entró a concretar qué cifra económica solicitarán.
