Los niños y niñas de Ourense volvieron a ser protagonistas de la XXIV Feira do Libro de Ourense, a través de una sesión de cuentacuentos y un obradoiro de monicreques. Durante la jornada, los escritores Antonio Vallejo, Stella Estrada y Marisol Iglesias Alber te firmaron ejemplares de sus libros La vida imprevista, Írimo y Cabos sueltos, respectivamente. El sorteo de un lote de libros a última hora de la noche puso fin a los actos literarios y recreativos del segundo día de actividades de la iniciativa.
Cientos de familias abarrotaron ayer la calle del Paseo para disfrutar de las actividades en torno al segundo día de la XXIV Feira do Libro de Ourense.
El ambiente familiar fue una constante, siendo los niños y niñas de Ourense los más beneficiados a través de las actividades completementarias del programa, como una sesión de cuentacuentos y un obradoiro de monicreques.
La compañía Fátima e Servando fue la encargada de arrancar las primeras sonrisas a los pequeños, que exploraron los límites de la imaginación, a través de una sesión musicalizada de cuentacuentos, titulada Animais, contos, cantigas, debuxos, libros e algo máis.
Por la tarde, el grupo de teatro de rúa Experimentacultura organizó un obradoiro de monicreques en el que los títeres cobraron vida para propagar alegría y diversión entre los presentes.
La jornada contó también con la presencia de varios escritores, que firmaron ejemplares de sus últimas obras. Por su parte, Antonio Vallejo presentó La vida imprevista, un libro sobre el azar y lo imprevisible de la vida, que por la mañana nos regala un beso y por la tarde una patada explicó Vallejo, quien además aclaró que la Feria del Libro de Ourense es una fantástica oportunidad para que el libro se haga dueño de la calle y para que los escritores estemos en contacto con los lectores.
Por su parte, Stella Estrada firmó ejemplares de su libro Írimo, palabra de origen africano cuyo significado es máscara. En esta obra la autora narra la historia de personajes que usan ciertas máscaras para sobrevivir en un medio hostil y para aguantar los avatares de la vida.
Presente también durante el acto se encontraba Marisol Iglesias Alberte, autora del libro de poemas Cabos sueltos. Iglesias puntualizó que la feria del libro es una iniciativa interesante, aunque consideró que lo que en verdad hace falta es el apoyo de las instituciones públicas y de las librerías para potenciar a los autores ourensanos
El ambiente familiar fue una constante, siendo los niños y niñas de Ourense los más beneficiados a través de las actividades completementarias del programa, como una sesión de cuentacuentos y un obradoiro de monicreques.
La compañía Fátima e Servando fue la encargada de arrancar las primeras sonrisas a los pequeños, que exploraron los límites de la imaginación, a través de una sesión musicalizada de cuentacuentos, titulada Animais, contos, cantigas, debuxos, libros e algo máis.
Por la tarde, el grupo de teatro de rúa Experimentacultura organizó un obradoiro de monicreques en el que los títeres cobraron vida para propagar alegría y diversión entre los presentes.
La jornada contó también con la presencia de varios escritores, que firmaron ejemplares de sus últimas obras. Por su parte, Antonio Vallejo presentó La vida imprevista, un libro sobre el azar y lo imprevisible de la vida, que por la mañana nos regala un beso y por la tarde una patada explicó Vallejo, quien además aclaró que la Feria del Libro de Ourense es una fantástica oportunidad para que el libro se haga dueño de la calle y para que los escritores estemos en contacto con los lectores.
Por su parte, Stella Estrada firmó ejemplares de su libro Írimo, palabra de origen africano cuyo significado es máscara. En esta obra la autora narra la historia de personajes que usan ciertas máscaras para sobrevivir en un medio hostil y para aguantar los avatares de la vida.
Presente también durante el acto se encontraba Marisol Iglesias Alberte, autora del libro de poemas Cabos sueltos. Iglesias puntualizó que la feria del libro es una iniciativa interesante, aunque consideró que lo que en verdad hace falta es el apoyo de las instituciones públicas y de las librerías para potenciar a los autores ourensanos