La víctima, de 62 años, les recriminó que golpeasen el vehículo tras abonar la carrera y apearse

Tres jóvenes agreden a un taxista de Xinzo que los condujo de madrugada hasta Allariz

La madrugada del domingo dejó uno de esos episodios que despiertan el temor de todo un gremio a partir de un episodio aislado. La agresión a un taxista de Xinzo vuelve a poner de actualidad la habitual indefensión de estos trabajadores.
Tres contra uno. Ese fue la proporción en que Carlos G.R., taxista de Xinzo, de 62 años de edad, debió hacer frente en la madrugada del domingo a sus agresores. A la inferioridad e indefensión se añadió, pues, la nocturnidad. Xinzo vivía el pasado fin de semana bajo el control de las tropas romanas que habían tomado la ciudad en el contexto de la Festa do Esquecemento, cuando una de las puertas traseras del taxi se abrió y accedieron al interior tres personas. Se trataban de dos hombres y una mujer jóvenes, según el testimonio que prestaría el taxista ante la Guardia Civil.

Precisamente a la villa alaricana, puso rumbo el taxista agredido, siguiendo las indicaciones de los usuarios. Eran las 4,20 horas. Se acercaba uno de esos momentos cada vez menos inusuales en la trayectoria de todo taxista, el momento en que el cliente se vuelve una amenaza. Hasta entonces, Carlos ‘nunca había sufrido un episodio’ de la naturaleza del que estaba a punto de fraguarse, señalaron fuentes de su familia. ‘Él es un trabajador. No ha hecho más que trabajar en esta vida. No quiere problemas’. Pero problemas era lo que ‘buscaban’ los clientes, que durante el trayecto le recriminaron que quisiese estafarlos porque el vehículo no estaba provista de taxímetro.

Este fue el ambiente tenso bajo el que se desarrolló el recorrido. Una vez alcanzaron el destino, y los clientes abonaron los 24 euros de la carrera, éstos descendieron del vehículo. En ese momento uno de ellos propinó una patada al chasis. Carlos G.R. les recriminó el gesto. ‘En ese momento’, confirman fuentes familiares, ‘comenzaron a golpearlo. No dejaban que se marchase. De los tres, la mujer fue la más agresiva’. Cuando alcanzó el Centro de Salud de Allariz le diagnosticaron ‘magulladuras y arañazos leves’, según detalló la subdelegación del Gobierno en Ourense.




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