La fiscal pide una pena de cinco años y medio de prisión para el inculpado
El marroquí Morad Bakkack será juzgado por traficar con hachís en el año 2015 en la ciudad. De hecho, la Policía Nacional lo consideró en su día como un traficante a mediana escala, por lo que tras su detención estuvo un tiempo en prisión provisional. De hecho, los agentes se aprehendieron de casi tres kilogramos de hachís, además de nueve papelinas de cocaína (3,7 gramos), dinero y 10 teléfonos móviles.
No obstante, la fiscal considera que el marroquí no se dedicaba a la venta de cocaína. Asegura en su escrito de calificación provisional que la venta de hachís era su única fuente de ingresos y que se valía de la misma para sufragar el consumo de cocaína.
La operación antidroga incluyó tres registros: en dos vehículos y en la habitación que tenía alquilada en la ciudad.
La acusación pública reclama una pena de cuatro años de prisión por el delito contra la salud pública, además de multa de 20.000 euros, y un año y seis meses más por falsedad en documento oficial, ya que utilizaba un vehículo con el número del bastidor modificado y con matrícula extranjera manipulada.
La operación antidroga se desarrolló el 9 de junio de 2015. En el vehículo en cuestión había una bandolera con 401,5 gramos de resina de cannabis y 300 euros en efectivo. En un registro en un Mercedes Benz a su nombre, estacionado en una plaza de garaje de Marcelo Macías, supuestamente guardaba bellotas - 2.104,4 gramos de hachís- y dos tabletas que pesaban 193,8 gramos.
En un registro en la habitación que tenía alquilada aparecieron 17 bellotas más (171 gramos), una placa de resina (96,8 gramos), la cocaína, 4.580 euros y los móviles. Además, llevaba una bellota de 10,5 gramos guardada en su ropa interior.
