Personas desconocidas mantuvieron ayer en vilo a los 14 vecinos de Riobó, en Cenlle, al efectuar disparos, golpear puertas y llamar a los timbres de las viviendas. Ellos aseguran que hai dous anos que estamos a recibir ameazas, pero esta situación ten que rematar.
La noche de Halloween llegó con una semana de retraso a Riobó, un pequeño núcleo de 14 habitantes en el municipio de Cenlle. A las 2.30 horas de ayer, los vecinos oyeron disparos de escopeta y comenzaron a vivir su particular pesadilla protagonizada por uno o varios Freddy Kruger, ya que no lograron reconocer a los autores.
A esa hora de la madrugada, unos fuertes golpes en la puerta de su vivienda despertaron a Constantino Rodríguez. Abrín unha ventá e asomeime, pero todo estaba a escuras. Y es que alguien había desconectado previamente el interruptor de la luz pública de la localidad. Tras intentar forzar una verja en una casa adyacente, tocaron el timbre y golpearon la puerta del inmueble habitado por Raúl Salceda y su hermano, pero tampoco consiguieron identificar a nadie en la oscuridad.
Amenazas
Así, decidieron avisar a la Guardia Civil de Ribadavia, que desplazó una patrulla y tras registrar el entorno de la aldea hasta las 5.00 horas, marcháronse sen topar a ninguén, recuerdan los vecinos; los mismos que desde hace dos años están recibiendo amenazas mediante cartas -con la firma MT004y llamadas telefónicas a fijos y móviles. Hai ano e medio que denunciamos no Xulgado de Ribadavia, pero parece que non hai moito interés en investigar e isto ten que rematar dunha vez, apunta Manuel Fernández, que recuerda que a min téñenme amenazado de morte.
En este sentido, el alcalde en funciones de Cenlle, José González, comunicó a los vecinos que imos remitir un escrito á Subdelegación do Goberno en Ourense para que as forzas de seguridade tomen cartas no asunto. El concejal, que se desplazó hasta Riobó al mediodía de ayer, manifestó que o Concello ponse de lado dos veciños para que haxa paz no pobo, xa que se non a hai a xente irase marchando e iso non é bó para o noso futuro. Manuel Rodríguez coincide con José González: Se aquí somos catro vellos e non podemos estar tranquilos, ¿quen vai querer vir a Riobó para vivir e traballar?.
Toda la noche sen pegar ollo
Los vecinos comentaron al alcalde en funciones, José González, que ata o momento só houbo ameazas por carta ou teléfono e nunca recibimos agresións físicas, pero iso non quita que aínda poida haber unha desgraza. Tras la tensión vivida durante la madrugada, aquí ninguén pudo pegar ollo, porque temiamos outro ataque ó marchar os axentes da Garda Civil.
A esa hora de la madrugada, unos fuertes golpes en la puerta de su vivienda despertaron a Constantino Rodríguez. Abrín unha ventá e asomeime, pero todo estaba a escuras. Y es que alguien había desconectado previamente el interruptor de la luz pública de la localidad. Tras intentar forzar una verja en una casa adyacente, tocaron el timbre y golpearon la puerta del inmueble habitado por Raúl Salceda y su hermano, pero tampoco consiguieron identificar a nadie en la oscuridad.
Amenazas
Así, decidieron avisar a la Guardia Civil de Ribadavia, que desplazó una patrulla y tras registrar el entorno de la aldea hasta las 5.00 horas, marcháronse sen topar a ninguén, recuerdan los vecinos; los mismos que desde hace dos años están recibiendo amenazas mediante cartas -con la firma MT004y llamadas telefónicas a fijos y móviles. Hai ano e medio que denunciamos no Xulgado de Ribadavia, pero parece que non hai moito interés en investigar e isto ten que rematar dunha vez, apunta Manuel Fernández, que recuerda que a min téñenme amenazado de morte.
En este sentido, el alcalde en funciones de Cenlle, José González, comunicó a los vecinos que imos remitir un escrito á Subdelegación do Goberno en Ourense para que as forzas de seguridade tomen cartas no asunto. El concejal, que se desplazó hasta Riobó al mediodía de ayer, manifestó que o Concello ponse de lado dos veciños para que haxa paz no pobo, xa que se non a hai a xente irase marchando e iso non é bó para o noso futuro. Manuel Rodríguez coincide con José González: Se aquí somos catro vellos e non podemos estar tranquilos, ¿quen vai querer vir a Riobó para vivir e traballar?.
Toda la noche sen pegar ollo
Los vecinos comentaron al alcalde en funciones, José González, que ata o momento só houbo ameazas por carta ou teléfono e nunca recibimos agresións físicas, pero iso non quita que aínda poida haber unha desgraza. Tras la tensión vivida durante la madrugada, aquí ninguén pudo pegar ollo, porque temiamos outro ataque ó marchar os axentes da Garda Civil.