Las raíces de María Jesús López en San Amaro son profundas, lo que explica que acabase accediendo a las peticiones de un grupo de vecinos para meterse en política a sus 55 años y encabezar la lista del PSdeG.
Pasaba las vacaciones allí, su tío es el párroco y ahora va con su madre, día sí, día no, a alimentar a las gallinas. Las raíces de María Jesús López en San Amaro son profundas, lo que explica que acabase accediendo a las peticiones de un grupo de vecinos para meterse en política a sus 55 años y encabezar la lista del PSdeG. Lo hizo tras muchas dudas ("las piernas me tiemblan si lo pienso, no sé cómo los políticos pueden asumir esa responsabilidad tan grande"), pero esta apasionada del mus y del estudio –terminó en el 2013 su segunda carrera–, acabó accediendo "porque San Amaro se muere".
¿San Amaro necesita un envido?
Sí. Casa que se cierra, casa que no se abre. Ahora mismo tenemos una tienda, cuatro bares y una farmacia en un concello de 28 kilómetros cuadrados.
Y ante esto ¿con qué cartas juega?¿A la grande o a la chica?
Yo vengo a trabajar y a por todas; pase lo que pase lucharemos como jabatos. Tengo la grande y la chica, él (Ernesto Pérez, alcalde del PP), no tiene nada, va de farol.
¿Los políticos han jugado demasiado de boquilla?
Sí, la gente está descreída, pero lo que nos jugamos es importante, el modelo social o el liberal. Eso es lo que está sobre la mesa.
¿Y a usted le creen?
No, no confían. En la oficina en la que trabajo, me pides un documento y te lo doy, no me debes nada. Yo hice mi trabajo, no estás en deuda conmigo. En esta alcaldía es diferente, los derechos se venden como favores. Y la gente mayor se aferra a un clavo ardiendo.
¿Tienen miedo al cambio?
No lo sé. Yo les cuento, les miro, les abrazo... solo quiero estar con los vecinos. En San Amaro muchísima gente está sola. Hay un señor de 80 años que acaba de enviudar y no tiene a nadie. Eso me parece el mayor drama.
Con estas ideas, ¿tiene miedo de que la política le manche?
Puede que algún día llegue triste a casa, pero con la cabeza alta, siempre veré las cosas positivas, con la satisfacción de intentar ayudar a los demás.
¿Un titular para el 25 de mayo?
San Amaro quiso el cambio.
