Los miembros del grupo 24 horas de Alcohólicos Anónimos celebran el décimo aniversario de su implantación en Ourense, en el que fuera el primer conjunto de estas características en el mapa español.
El acto tendrá lugar en el Liceo, donde, mediante una juntanza de carácter informativo, los miembros quieren dar a conocer su trabajo. A partir de las 20 horas, todo el que quiera puede pasar a escuchar lo que ellos llaman 'mensaje de vida'. Más tarde, en el Campo da Feira, los asistentes compartirán una cena de celebración de la efemérides. Además del décimo aniversario del propio grupo, muchos de sus miembros, un total de 44, compartirán con orgullo el cumpleaños de sus respectivas vidas sin alcohol.
Uno de los organizadores, José Manuel C. (ninguno de los miembros de Alcohólicos Anónimos firma con su apellido), cumple ahora siete años sin probar el alcohol y afirma con rotundidad que, aunque 'al principio es duro, aprendes a vivir sin él'. La visita a un especialista suele ser 'un poco obligada' al principio, pero 'llega un momento en que uno mismo se da cuenta'. Como suele ocurrir con este tipo de problemas, 'lo más difícil es reconocer que eres un alcohólico', pero una vez que se da este paso, todo el que empieza el tratamiento de forma voluntaria, lo termina.
En el grupo 24 horas es un centro de día y de noche, pero allí no retienen a nadie, sino que 'las puertas están abiertas'. José Manuel C. asegura que los miembros del grupo tratan de convencer a los dudosos de que se queden, pero 'no es necesario saltar por ninguna ventana, quien se quiere ir, se va, aunque la mayoría se rehabilitan'.
A pesar del rechazo social que pueda existir, el miembro del grupo 24 horas confiesa que 'cuando dejé de beber, lo único que encontré fueron buenas caras'. José Manuel C. alerta de que hoy es muy fácil ir a la cárcel para un alcohólico, sobre todo si entre sus manos va un coche. A todos aquellos como él los anima asegurando que 'el momento en que dejas de beber es maravilloso'.
Uno de los organizadores, José Manuel C. (ninguno de los miembros de Alcohólicos Anónimos firma con su apellido), cumple ahora siete años sin probar el alcohol y afirma con rotundidad que, aunque 'al principio es duro, aprendes a vivir sin él'. La visita a un especialista suele ser 'un poco obligada' al principio, pero 'llega un momento en que uno mismo se da cuenta'. Como suele ocurrir con este tipo de problemas, 'lo más difícil es reconocer que eres un alcohólico', pero una vez que se da este paso, todo el que empieza el tratamiento de forma voluntaria, lo termina.
En el grupo 24 horas es un centro de día y de noche, pero allí no retienen a nadie, sino que 'las puertas están abiertas'. José Manuel C. asegura que los miembros del grupo tratan de convencer a los dudosos de que se queden, pero 'no es necesario saltar por ninguna ventana, quien se quiere ir, se va, aunque la mayoría se rehabilitan'.
A pesar del rechazo social que pueda existir, el miembro del grupo 24 horas confiesa que 'cuando dejé de beber, lo único que encontré fueron buenas caras'. José Manuel C. alerta de que hoy es muy fácil ir a la cárcel para un alcohólico, sobre todo si entre sus manos va un coche. A todos aquellos como él los anima asegurando que 'el momento en que dejas de beber es maravilloso'.
