La Guardia Civil no acaba de creer su versión y sospecha que se anudó ella

La menor atada en Xinzo simuló su desaparición

La menor de 13 años de Xinzo que apareció atada en una nave en estado ruinoso pasada la medianoche del martes, tras una intensa búsqueda, simuló su desaparición con el objetivo de llamar la atención de sus padres y compañeros. Esta es la hipótesis con que trabaja la Guardia Civil, que sospecha que ella misma se anudó los pies y las manos con alambres, que pudo coger en el domicilio de cualquier amigo.
La joven, que ya está en el domicilio con sus padres, situado en la avenida de Ourense de la villa antelana, no fue agredida ni física ni sexualmente, según se desprende del reconocimiento médico a que fue sometida en el centro de salud.

Eso sí, sostiene ante sus padres y la Guardia Civil que al salir de clase -por las tarde acude a una academia en Xinzo- y cuando se dirigía a su domicilio en bicicleta fue abordada por un hombre mayor que la obligó a continuar circulando por la carretera. A la altura del cruce con la autovía, el acosador se apeó del coche y la obligó a entrar en una nave en ruinas -fue donde apareció- y, tras empujarla en varias ocasiones, le ató con los alambres. Primero los pies y después las manos.

Luego le dijo que iba salir un momento y que regresaría, pero no lo volvió a ver. La joven salió de clases sobre las seis de la tarde del martes y sus padres, ante la tardanza en llegar a casa, alrededor de las ocho, alertaron a la Guardia Civil, que inició un amplio dispositivo de búsqueda, que dio resultado pasada la medianoche al hallar la bicicleta de la menor en la pared de la nave en estado ruinoso, situada a escasa distancia del instituto de enseñanza donde cursa estudios.

Los agentes interrogaron a varios vecinos y a los responsables y trabajadores de los negocios que hay en la zona para comprobar si habían observado algo extraño, pero, según fuentes de la Guardia Civil, ninguno vio nada. Además, creen que en caso de que alguien abordara a la menor, sería más factible que la obligara a entrar en su coche y no indicarle de que continuara circulando en su bicicleta y después dejarla aparcada en el exterior de la nave.

La joven será reconocida por un psicólogo, mientras la Guardia Civil tiene previsto llamarla en los próximos días para reconstruir sobre el terreno como fueron los hechos que relata.

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