Aser Gómez y Miguel Ángel Porras fueron condenados a seis meses de prisión y cuatro días de localización permanente por un delito y una falta de daños. El fiscal, a la hora de rebajarle la petición inicial de condena, tuvo en cuenta una atenuante de dilaciones indebidas ya que el proceso penal, con una instrucción muy sencilla, se inició en 2008 y se prolongó hasta 2013, cuando llegó a juicio en el Penal 2.
Los hechos en los que se sustenta ocurrieron el 24 de noviembre de hace cinco años. En la calle Río Covas, quemaron un contenedor de basura sobre las doce y media de la noche. Dos horas después, en el número 6 de la calle Río Mao, Miguel Porras lanzó un objeto incendiario contra el toldo del establecimiento comercial allí situado mientras el otro inculpado realizaba labores de vigilancia. Los desperfectos en el contenedor fueron valorados en 203 euros y el toldo, en 800.
