REPORTAJE

La misión: carreteras sin delincuentes

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photo_camera Ricardo Dosouto y Felisindo Corbillón, coordinador de delitos de seguridad vial.

La Guardia Civil de Tráfico tiene encomendados a dos parejas de agentes en Verín y Ourense los seguimientos de personas que no pueden conducir por sentencia judicial o por haber perdido todos los puntos del carné

Carreteras sin delincuentes. O lo que es lo mismo, sin conductores que hayan atentado contra la seguridad colectiva. Este el fin último que persigue el grupo especializado de la Guardia Civil de Tráfico que tiene encomendado de forma prioritaria el seguimiento, al detalle, de aquellos conductores que han cometido algún delito contra la seguridad vial o alguna infracción administrativa Su principal cometido, asegura Felisindo Corbillón Trigo, el coordinador autonómico de la llamada Comisión de Delitos de Seguridad Vial, "es evitar accidentes de tráfico y el cumplimiento de las sentencias y disposiciones administrativas". Su población diana son todos aquellos infractores que no pueden conducir por pérdidas de vigencia, suspensiones judiciales o incluso por carecer de permiso. En la provincia, hay actualmente más de millar de conductores en esta situación. En la teoría, el Código Penal y el carné por punto los ha sacado de la carretera. Pero en la práctica, algunos se resisten de forma recalcitrante. Porque, aunque hay personas que cumplen escrupulosamente con la privación, también los hay que "conducen en momentos puntuales y otros que las da igual y actúan como si nunca se les hubiera retirado el permiso", explica Ricardo Dosouto Domínguez, uno de los agentes que integra el servicio implantado de forma pionera en la provincia.


Los dos patrullas operativas en la provincia -Verín y Ourense-, pioneros a nivel gallego, vigilan a estas personas. Saben dónde viven, que vehículo poseen y por dónde se desplazan. Esta información les llega a través de las bases de datos pero también porque la contrastan y comprueban "in situ" sobre el terreno. La experiencia recabada hasta la fecha les sirve para concluir, por ejemplo, que el delincuente vial lleva en su ADN la reincidencia y muestra poco respeto por el reglamento de circulación. No en vano, desde la creación de este servicio, hace casi cinco años, ya han imputado a 850 personas por conducir cuando lo tenían prohibido. Los reincidentes a conciencia ingresaron en prisión o incluso se le decomisó el vehículo.
Pero, además, "un tanto por cien muy elevado de estos conductores suelen circular sin ITV o bajos los efectos o influencia del alcohol o sustancias psicotrópicas, es decir, conductas de extremo riesgo vital", explica Corbillón Trigo.
El perfil del delincuente del asfalto es adulto: "Varones entre los 45 y 60 años con varias reincidencias en alcoholemias o incursos en accidentes graves integran el grupo sobre el que recaen más resoluciones judiciales, mientras que los que han perdido todos los puntos suelen ser conductores jóvenes o profesionales del volante", explica el coordinador de la comisión. Y aunque los resultados han sido satisfactorios, los agentes echan en falta mayor colaboración ciudadana."La gente tiene miedo a denunciar este tipo de hechos a pesar de que nosotros manejamos esta información de forma confidencial ya que se puede llamar de forma anónima".
¿Es un peaje asumible el que se está pagando en este viaje? Corbillón cree que sí, porque "para ser imputado en un delito que lleva implícita la retirada directa -alcohol, exceso de velocidad o conducción temeraria- hay que superar unas tasas en un tanto por cien muy elevado".

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