Moderado optimismo sobre la reapertura de la Cámara de Comercio

Salón de la Cámara, antes de cerrar en la avenida de la Habana.
photo_camera Salón de la Cámara, antes de cerrar en la avenida de la Habana.
En medios empresariales se teme que se puedan repetir los errores que la llevaron al cierre en 2019

La posibilidad de que se reabra la Cámara de Comercio ha despertado interés en entornos empresariales ourensanos, pero el optimismo es solo moderado y el margen de desconfianza es alto. ¿Las razones? Básicamente por el peligro de repetir errores que llevaron al cierre de la entidad en el 2019.  La Xunta se ha comprometido a convocar elecciones antes de que acabe el año y sería el equipo que saliese de ese proceso el que reconstruiría la entidad.

Por el momento, colectivos como la Confederación Empresarial de Ourense (CEO) declaran que “la reapertura de un órgano de representación empresarial como la Cámara es una noticia positiva, y siempre es bienvenida la suma de voces y fuerzas para reclamar lo que la provincia necesita para aumentar la competitividad de su tejido empresarial”. Incluso ven que es “un instrumento gestionado por y para los empresarios, muy útil en ámbitos como la exportación”. 

Pero la entidad advierte que la reaparición de una nueva Cámara “debería desligarse de ese período de problemas que la llevó al cierre”, solventar las deudas “para resurgir sin la sombra de complicaciones económicas de su última etapa” y lograr así la confianza y “el apoyo nuevamente de toda la sociedad, el colectivo empresarial y la administración”.

En términos parecidos se expresa la Asociación de Empresarios del polígono industrial de San Cibrao, el lugar con la mayor concentración de compañías de la provincia. José Antonio Rodríguez, su presidente, ve que “puede ser interesante recuperar un organismo que históricamente ha representado a empresas,  comercios y negocios, especialmente en un momento de grandes dificultades como el actual”. 

Al igual que la CEO, pone algunos reparos: “Lo realmente importante no es tanto recuperarla, como que se hagan las cosas lo suficientemente bien para no repetir los errores del pasado que llevaron a su primera desaparición”.

Carmen Sampayo, decana del Colegio de Economistas de Ourense, ve una eventual reapertura de la Cámara como “una noticia excelente para la provincia”. Considera que, al tratarse de una corporación de derecho público que tiene como finalidad la defensa y representación de las empresas, “cualquier apoyo institucional para la creación, innovación o internacionalización de las mismas es fundamental”, dice Sampayo. 

La recuperación de la Cámara facilitaría además el acceso a vías de financiación importantes, incluso fondos que provienen de la Unión Europea. La decana de los economistas recuerda que el hecho de que no exista la entidad en la provincia “no significa que sus servicios no sigan siendo necesarios para nuestras empresas, lo que se está haciendo es recurrir a otras provincias, en concreto a Santiago”. Además, percibe que “por su pertenencia a la Cámara de España, las cámaras territoriales manejan fondos europeos que pueden revertir en la economía y crecimiento de la provincia”.

Pero, más allá de las declaraciones formales, las fuentes empresariales consultadas prefieren esperar a ver quién estaría dispuesto a dar el paso para liderar la entidad y sus equipos para hacer un pronunciamiento en firme.

“UNA PENA NO TENER RESPALDO PARA EVITAR EL CIERRE”

Juan Carlos Parada Rúa fue el último presidente que tuvo la Cámara de Comercio antes de echar el cierre en 2019. Recuerda hoy aquellos momentos como “muy duros porque a nadie le gusta tomar una decisión así, pero los que estábamos en los órganos de gobierno no tuvimos otro remedio”. Dimitió el grupo que él lideraba unos meses antes, con lo que la Cámara navegaba sin rumbo. Ahora, ante la hipótesis de que la entidad pueda reabrir de nuevo sus puertas, cree que “es una buena noticia para Ourense”, pero también no deja el pasado atrás: “Fue una pena no tener entonces el respaldo empresarial suficiente para evitar el cierre, en vez de estar ahora intentado recuperarla”. En todo caso lanza un mensaje optimista, “y en positivo”, ya que dice “estar dispuesto a colaborar para reflotar la institución”. En su opinión, “solo la defensa del interés común puede garantizar que no pase lo mismo que entonces”. 

 

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