ENTREVISTA

“En estos momentos tenemos unos políticos anodinos, sin carisma"

Moncho Borrajo en el teatro principal
11-9-15
photo_camera Moncho Borrajo, este viernes en el Teatro Principal. (MARTIÑO PINAL)

El cómico Moncho Borrajo volvió este viernes al Teatro Principal de Ourense para ofrecer su último trabajo "Moncho Panza", con el que divertirá hasta el domingo al público ourensano.

El cómico Moncho Borrajo volvió esta noche al Teatro Principal de Ourense para ofrecer su último trabajo "Moncho Panza", con el que divertirá hasta el domingo al público ourensano.

¿Cómo surge Moncho Panza?

Para completar una trilogía. Cuando me retiré para estar con mi padre cuatro años hasta que falleció, a la vuelta me planteé hacer un espectáculo que no fuera tan de cabaret como antes, así que hice Golfus y uno de Quevedo, y nos planteamos hacer algo sobre el Quijote.  Aunque insistí en que a mí me venía mejor ser Sancho, por mi edad y mi cuerpo, y porque es un hombre muy sincero, muy del pueblo, que habla con refranes, y le cuenta al Quijote, que ya está muerto, lo que pasa hoy en día.

Un personaje como Sancho, ¿facilita o complica el trabajo?

Lo complica mucho porque tienes que ser coherente, no puedo decir cosas que Sancho no dijera. Hablo por boca de Sancho, no puedo ponerme pedante, ni grandilocuente, ni tampoco ser paleto, que se puede ser llano sin ser paleto.

¿Hay algún tema que se prohíba tocar en sus espectáculos?

Jamás he hecho humor, en mis 43 años de carrera, sobre cojos, tartamudos, minúsválidos o gente con problemas físicos, jamás. Yo siempre me he metido con los políticos cuando están en el poder, con el pijo, el prepotente, el nuevo rico. El humor es un arma y una medicina. Arma para los pobres porque es una manera de defenderse de los poderosos, y una medicina porque te ayuda, la risa siempre es buena.

La política de ahora, ¿es para reír o para llorar?

Creo que para llorar. Tuvimos un paso a la democracia con una gente muy válida, con gente con carisma que venían al teatro y se reían, desde Fraga hasta Carrillo, pasando por Adolfo Suárez, aunque se les criticara. Ahora hemos pasado a unos políticos anodinos, que no cuentan nada.

¿Cuál es el mayor temor de un humorista?

Hombre, que no se rían. Pero creo que todos los problemas los supera el ingenio.

¿Hay un buen nivel de humoristas en estos momentos?

Creo que va a haber una gran criba. Hay muchos monologuistas, pero pocos cómicos, y para mí la palabra cómico encierra más que la palabra humorista. Están siendo todos políticamente correctos porque si no, no salen en la tele, y los temas se están agotando, porque siempre son los mismos. Y ha habido una cosa que me ha dado pena: esperaba más de las mujeres en el humor, creo que caen todas en el mismo tópico, en un feminismo radical, al que no le veo la gracia.

¿Qué sucedió con aquella anunciada retirada?

Aquella retirada era para engañar a mi padre, ya que lo hacía para cuidarlo, y él no lo hubiera consentido nunca. Esa fue la gran mentira, pero luego el público me lo perdonó y entendió. Para mí fue lo más normal dejarlo todo para atenderlo.

¿Pero ha pensado en retirarse o es de los que dicen aquello de morir sobre el escenario?

Sí, si lo he pensado. Yo creo que cuando llegue a los 70 o 72 años me retiraré. Necesito escribir, tranquilizarme un poco, seguir pintando, venir más a Baños de Molgas y pasear de cuando en cuando por Ourense. Más de 40 años dedicados a trabajar ya es suficiente. Mucho tiempo en hoteles y lejos de casa.

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