Mueren 7.000 pollos en una granja de Pereiro por un sabotaje en el sistema de ventilación

VER VÍDEO LR- Siete mil pollos, de dos kilos y medio de peso, murieron asfixiados en la madrugada del 6 de agosto en una granja avícola, situado en Monterrei, en el municipio de Pereiro de Aguiar. Las aves fallecieron a causa de un sabotaje en las instalaciones, dado que apa recieron cortados los candados y correas del sistema de ventilación que hay en las instalaciones. El grangero, Avelino Gómez, encontró a los animales muertos cuando les iba a dar de comer. Ayer se mostraba incapaz de valorar los daños.

El trabajo de varios meses perdido de la noche a la mañana. Eso es lo que le sucedió al granjero Avelino Gómez, de 48 años, natural de Rivela (Coles), aunque con domicilio en Pereiro de Aguiar. Llevaba varios meses criando una remesa de pollos, unas 7.000 cabezas, para venderlas pero, en la mañana del día 6 de agosto, comprobó que todo su esfuerzo fue inútil: las 7.000 aves estaban muertas, esparcidas por la granja que regenta desde hace alrededor de 15 años, en el parque empresarial de Pereiro de Aguiar.

El hombre se encontró con ese panorama cuando les iba dar de comer, a las ocho de la mañana. En un principio no se explicaba lo sucedido pero pronto comprobó que no funcionaba el sistema de ventilación en las instalaciones. ‘Cortaron los candados de los ventiladores y las correas de ventilación’, señalaba casi entre sollozos. ‘Ahora mismo no soy capaz de valorar tanto los daños causados en las instalaciones como el precio de los pollos, que estaban entre los dos kilos y medio de peso’, añadió.

El destino de los animales era la venta en supermercados. La primera remesa debería salir este jueves, ‘pero ya no hay que hacer’, lamentaba.

Una venganza

El sabotaje se registró entre las 20,30 horas del día 5 y las ocho de la mañana del día siguiente, cuando la granja habitualmente suele estar cerrada. La Guardia Civil abrió una investigación para detener a los autores, que, según fuentes del instituto armado, conocían a la perfección el lugar, lo que había en el interior de las instalaciones y que el granjero iba a vender la primera remesa de animales, para, acto seguido, comenzar con una nueva producción. ‘Lo que está claro es que inutilizaron el sistema de ventilación simplemente para hacer daño, es una venganza’, explicaron. Las primeras pesquisas se centran en el entorno del granjero y los vecinos de Mon terrei (Pereiro) por si alguno está en contra de las instalaciones.

Avelino Gómez no encontraba ayer culpables. ‘Me resulta difíl creer que pueda haber alguien capaz de hacer tanto daño. El que fue es un cobarde, no tenía porque vengarse en unos animales’, repetía. La granja fue construida hace más de 30 años, ‘cuando en la zona no había ninguna casa. La heredé de mis familiares y, en los últimos años, ya sufrí tres inetntos de sabotaje, pero en los otros no falleció ningún animal’, recuerda el afectado.

Te puede interesar