María Antonia Rilo regresó una tarde a su casa y comentó a su marido que tenía la intención de meterse en política. Se había fijado en que Eladio Diz Ojea trabajaba a destajo para mejorar las condiciones de la gente de A Ponte "sin pedir nunca nada para él". El marido la escuchó y respondió: "Sin ningún problema". Pero como ella se caracteriza por "ser muy clara con todo" añadió: "Paco, vas a tener que ocuparte de llevar a la niña al colegio y muchas noches, de acostarla". María Antonia Rilo vuelve la vista atrás: "Eran otros tiempos con reuniones hasta muy tarde". Él repitió "sin ningún problema". Esa niña ya tiene una niño que se llama Martín, "como el patrón de Ourense", el abuelo continúa ocupándose de la cocina porque "lo hace fenonemal" y la abuela sigue yendo en las listas, en esta ocasión como primera suplente de la candidatura del PP al Congreso.
Hoy la conversación referida puede parecer una perogrullada, pero la escena se produjo "entre 1982 o 1983". Han pasado tantos años que no recuerda con exactitud cuando comenzó su militancia. Nació en Betanzos, donde estaba destinado su padre que era ferroviario, después vivió en Monforte de Lemos hasta que la familia se instaló definitivamente en Ourense. María Antonia se había posicionado contra el franquismo durante su etapa de estudiante de Magisterio en A Coruña. Al terminar la carrera montó una de las primeras guarderías de Ourense y una academia. Y comprobó a través de Eladio Diz Ojea que había un partido que "se ocupaba de los problemas de la gente y de las personas mayores".
En 1986 comenzó a trabajar en la Xunta en residencias de la tercera edad, pero desde muy joven le había preocupado la situación de la mujer, sobre todo del rural. "Me horrorizaba que una mujer soltera con un hijo poco menos que era repudiada mientras el hombre podía rehacer su vida con total normalidad. Luché por la mujer cuando aún no estaba de moda". Y ese feminismo confeso la llevó a ejercer como edil en la primera Concellería da Muller del Concello de Ourense en el Gobierno de Manuel Cabezas. En la corporación municipal permaneció ocho años, cuatro como concejala y ocho como personal de confianza.
María Antonia Rilo habla con satisfacción de esa etapa. "Hicimos el primer plan de igualdad y una comisión de seguimiento de la violencia de género. También me siento muy orgullosa de haber firmado un convenio con el Colegio de Abogados para que las mujeres maltratadas tuviesen un letrado a su disposición las 24 horas del día porque muchas de las agresiones se producen por la noche". Por eso no comprende la intención de Vox de tumbar la actual ley orgánica integral contra la violencia de género por otra que llaman ley contra violencia intrafamiliar. "El tema sería muy largo de explicar, la violencia de género existe, claro que habrá hombres maltratados pero las cifras son tercas como para negar la realidad".
Listas cremallera
María Antonia Rilo ha ido de relleno en unas cuantas candidaturas al Congreso y al Senado, pero nunca en puestos de salida. "Soy una incondicional de Manuel Baltar y estaré siempre en donde me diga". En una ocasión discrepó abiertamente con la dirección del PP por la composición de las listas. "Yo no estaba muy de acuerdo con mi partido en la posición sobre la obligación de hacer listas cremallera. Se decía que así la mujer podía quedar como florero porque entraba sí o sí por su condición y no por su valía, pero a mí la medida me pareció extraordinaria. Sigue habiendo muchos techos de cristal ".
La breve campaña termina y se muestra optimista. "Manuel Baltar afirmó que podíamos recuperar el tercer diputado por Ourense y yo también lo creo". Palabra de mujer.
