El hombre estaba descompensado por una enfermedad mental e intentaba "ajustar cuentas" con otra persona
El Juzgado de lo Penal número 1 de Ourense impuso a Pablo Angel R.E. siete meses de multa, con una cuota de tres euros al día, por empujar a un policía en un supermercado, después de que dos agentes intentaran convencerlo de que abandonara el establecimiento, en el que buscaba “ajustar cuentas” con otra persona que presuntamente lo había agredido anteriormente.
El 11 de diciembre del año pasado, la Policía Nacional recibió un aviso por un comportamiento inadecuado con otros clientes y empleados del comercio, ubicado en Rairo, ante lo que convencieron al sujeto de que abandonara el lugar, a lo que accedió en primera instancia. Pasado un tiempo, los agentes fueron contactados de nuevo por el mismo motivo, y regresaron al lugar para requerir al hombre que se retirara, quien se negó con una actitud agresiva y bajándose la mascarilla. Dijo a los agentes que se la “sudaba” y que hasta que no ajustase cuentas no se iba a marchar, y llegó a abalanzarse sobre uno de ellos, al que propinó un empujón que no le causó lesión alguna, tras lo cual fue arrestado.
Ya en el calabozo, mantuvo su actitud y “con el propósito de ocasionar menoscabo al mobiliario” tiró en repetidas ocasiones una de sus zapatillas contra la cámara de vigilancia y contra el techo, lo que causó unos desperfectos por valor de 32,46 euros. La jueza constató que el hombre se encontraba “descompensado de su enfermedad mental, al no haber tomado la medicación correspondiente y presentar un consumo activo de tóxicos”.
La sentencia le impone ahora seis meses de multa por un delito grave de resistencia y otro mes por el delito leve de daños, además de una indemnización de 32,46 euros a la Comisaría Provincial de Ourense por los daños ocasionados. El hombre podrá hacer un pago fraccionado de la multa, a razón de 30 euros por mes durante dos años.
