Una asociación de automovilistas europeos solicita a Tráfico un nuevo diseño de su localización

Ninguno de los radares fijos de la provincia controla la velocidad en los ‘puntos negros’

Un estudio efectuado por Automovilistas Europeos Asociados concluye que ninguno de los radares fijos de la provincia coincide con los tres puntos negros de la red viaria ourensana. La asociación considera que a la vista de estos datos ‘cualquiera podría sospechar que este importante sistema de prevención de los accidentes se está convirtiendo en un mero instrumento de recaudación’. La publicación de este estudio coincide con el inicio de una campaña de control de velocidad, que se prolongará hasta el 24 de agosto.
Ninguno de los radares instalados por la Dirección General de Tráfico en la provincia coincide con un punto negro. Esa, al menos, es la conclusión del informe de Automovilistas Europeos Asociados (AEA), que analizan la incidencia que los controles de velocidad han tenido sobre los puntos en los que se han detectado accidentes con tres o más víctimas en el plazo de un año.

En el caso de la provincia, tanto la asociación como Tráfico incluyen tres puntos negros (ubicados en Maside, Pereiro de Aguiar y Rairiz de Veiga), ninguno de los cuales coincide con los nueve puntos de control de velocidad (12, según AEA) señalados por Tráfico. A la vista de estos datos, Automovilistas Europeos Asociados considera que ‘las autoridades de Tráfico deben rediseñar el mapa donde deben colocarse los puntos fijos de control de velocidad, buscando siempre los puntos negros, ya que a la vista de la coincidencia de los radares con los puntos negros cualquier podría sospechar que este importante sistema de prevención de los accidentes se está convirtiendo en un mero instrumento de recaudación’.

En Galicia

Buena parte de los radares fijos instalados en las carreteras de la provincia se encuentran ubicados en la A-52, a su paso por Ribadavia, San Cibrao, A Gudiña y Verín, entre otros. En la carretera N-525, a su paso por Ourense hay otro control, y en la N-541, en Maside.

Mientras, el mismo estudio concluye los mismos resultados para la provincia de Lugo al asegurar que ninguno de los 12 radares instalados controla la velocidad en los 10 puntos negros de la red viaria lucense. Por su parte, en A Coruña como en Pontevedra, el porcentaje de coincidencia es de un 23,5 y un 25%, respectivamente. En el conjunto de España, casi el 27% de los radares coincide con un punto negro.

Controles en 27 tramos de 20 carreteras

Desde el pasado lunes y hasta el 24 de agosto, la Dirección General de Tráfico lleva a cabo una campaña por la que se intensifican los controles de velocidad en toda España. En el caso de la provincia, estos controles se llevarán a cabo en un total de 27 tramos de 20 carreteras de la red viaria. Afectarán no sólo a las principales vías de comunicación, como la autovía A-52 o las carreteras N-525 y N-120, sino también a vías secundarias, como la OU-402 (Castrelo de Miño-Ponte Castrelo) o la OU-300 (A Bola), entre otras.

El objetivo de esta campaña iniciada por Tráfico es, según la propia DGT, ‘concienciar a los conductores de la necesidad de cumplir los límites máximos de velocidad permitida’. En este sentido, los agentes de la agrupación de Tráfico de la Guardia Civil duplicarán los controles de velocidad. Según la DGT, el exceso de velocidad continúa siendo la principal causa de los accidentes de tráfico en España y, a pesar de que desciende cada año, sigue siendo también una de las principales infracciones que han supuesto la retirada de puntos desde la entrada en vigor del permiso por puntos, hace dos años. Los controles de velocidad se prolongarán durante estas dos semanas, si bien se intensificarán durante la operación del 15 de agosto, que comienza mañana y finaliza el domingo y en la que se prevé un gran número de desplazamientos.

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