La nueva Plaza de Abastos de Ourense avanza, pero tampoco se acabará este mes

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La reforma sumará otro retraso, sin que haya avances palpables para la distribución de espacios

La empresa Acciona, responsable de ejecutar la reforma integral del edificio de la Plaza de Abastos número 1 de Ourense, tampoco cumplirá con el compromiso de que la obra esté finalizada a lo largo de este mes de febrero, fecha que se barajaba una vez consumado el primer retraso por la presencia de okupas en el recinto del mercado, que no pudieron ser desalojados hasta que llegó una decisión judicial.

Fuentes conocedoras de la evolución de la reforma aseguran que esta “va a buen ritmo” pese a los condicionantes que están limitando la actividad de la construcción en los últimos meses, como son la escasez de determinadas materias primas que obligan a las empresas a juegos malabares para seguir adelante. Con todo, pese a que los trabajos no se han detenido en ningún momento desde el verano de 2020, es totalmente inviable que la obra, que cuenta con un presupuesto de 4,5 millones de euros, esté rematada en febrero, sin que se pueda garantizar cuándo se entregará al Concello. La constructora se había comprometido a ejecutarla en 18 meses.

Este retraso que se producirá es uno más en una rehabilitación que ha sido víctima de un sinfín de problemas, desde la concepción del mismo y la plasmación en el proyecto, a las demoras en el procedimiento de contratación (suspendido varios meses por cuestiones burocráticas) o incluso por los okupas y la irrupción del covid. 

Además, todo eso ha desembocado en que el Concello haya perdido más de un millón de euros de la subvención estatal que financiaba la actuación.

Todo ese tiempo perdido no ha servido, sin embargo, para tener claro cuál será el futuro de la Plaza de Abastos tras la millonaria reforma, ya que se desconoce todavía el plan de distribución de espacios, el uso que se dará a la planta baja o el futuro del rianxo. Según ha podido saber este periódico, se ha producido algún tímido acercamiento por parte del Concello ourensano hacia la asociación de comerciantes que gestiona este emblemático mercado, pero sin nada firme por el momento.

Descifrar el modelo de mercado que se pretende para la Plaza de Abastos es una cuestión clave para los comerciantes, que se temen que pueda suceder lo mismo que con el recinto situado en el barrio de A Ponte, que cerró para su reforma y que lleva desde 2015 cerrada a cal y canto y deteriorándose cada vez más, pese a las reiteradas promesas del alcalde de Ourense, Gonzalo Pérez Jácome, de sacar a concurso la gestión.

Además, mientras no se desbloquee el uso del mercado de As Burgas, no parece factible recuperar para el uso ciudadano la Alameda, que empezó a construirse en julio de 2017.

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