La estación de bombeo, de hormigón y en superficie, distorsiona la emblemática vista del monte

El nuevo depósito de agua afea la cara del Montealegre

La mejora del abastecimiento de agua potable a Ourense genera una gran inversión en infraestructuras pero también ha provocado un fuerte impacto en la ciudad, especialmente en el área de Montealegre, afectando irremediablemente al parque forestal, o jardín botánico según el concejal que lo gestione.
La instalación del depósito de agua potable en el área de As Caracochas, con estación de bombeo en Montealegre, una de las obras más importantes de esta mejora, se ha hecho en superficie, generando un visible impacto en la ladera con vertiente hacia la carretera de A Granxa, al optar por construirlo en superficie en lugar de ir soterrado.

La infraestructura la construye la empresa pública Acuanorte, perteneciente al Ministerio de Medio Ambiente, y la inversión alcanza los 20 millones de euros, de los que el estado aporta el 75% y el Concello de Ourense el 25% restante. Amparándose en esa gran cuantía y en la necesidad de esta obra, básica para garantizar el suministro a diversas zonas residenciales de la ciudad, se ha descuidado la imagen que deja esta infraestructura, al menos en el entorno de la carretera de A Granxa.

La obra de Acuanorte también ocasiona desperfectos, que la empresa se ha comprometido a reparar, en otros puntos de la ciudad. Porque, además del depósito y la conducción en As Caracochas y Montealegre, la mejora del abastecimiento contempla obras de captación y bombeo en la margen derecha del río Miño, para lograr un caudal de más de 202 litros por segundo; bombeo desde la estación de agua potable hasta Eiroás, otra zona alta también con deficiencias en el abastecimiento; un depósito en ese mismo barrio con capacidad para 6.000 metros cúbicos; y otro en Madrosende, de menor tamaño pero que también asoma ya; todo ello entre otras obras de menor entidad que, como éstas, están contempladas ya en el documento de aprobación inicial del nuevo Plan de Urbanismo de Ourense.

Pero, además, la conducción de cañerías, que permitirá que circule desde el río un caudal de hasta 468 litros por segundo, para abastecer a esta zona alta de la ciudad, se construye dañando el parque de Montealegre, tanto en los accesos por la Rúa da Canle como en el propio interior de lo que iba a ser un jardín botánico de especies mediterráneas, gracias al microclima de este entorno. Es, por cierto, un factor más de abandono de este recinto verde, que adolece de buenos cuidados por parte del Concello, ya que no se reponen desperfectos, apenas tiene visitas más que de forma puntual porque es un perfecto desconocido que permanece cerrado, y carece de servicios como una cafetería, que podrá sería un atractivo para incrementar el número de visitantes. También se desconoce el resultado del último anuncio del alcalde, que llevó al lugar a un nutrido grupo de expertos para crear un patronato que permita convertirlo en ese auténtico jardín botánico para el que fue inicialmente concebido.

En el Concello mantienen la voluntad de desarrollarlo pero lo cierto es que la inversión millonaria n realizada en el anterior mandato no ha respondido a las expectativas y el recinto forestal languidece sin usuarios y sin apenas mantenimiento; y lo que es peor, sin un plan de futuro decidido que permita rentabilizar el dinero gastado en él.

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