La obra nueva, paralizada

Un solar del centro de la ciudad, en busca de comprador. (Miguel Ángel)
photo_camera Un solar del centro de la ciudad, en busca de comprador. (Miguel Ángel)

Las dificultades a la hora de acometer nuevas construcciones en la ciudad se deben a al menos media docena de factores, como la lentitud administrativa, la inseguridad jurídica o el coste de los materiales

El sector inmobiliario sostiene que la falta de un plan urbanístico actualizado es el principal factor que explica la falta de vivienda nueva en la ciudad, pero no el único: también la lentitud administrativa, el aumento de las tasas o el encarecimiento de los materiales. 

Desde la Inmobilaria Centro precisan que “la obligación de mantener ciertas fachadas aún aumenta más los costes. Hay quien decide construir en el centro, sí, pero no repite. No lo hace dos veces”, enfatizan. Y, para la ciudad en su totalidad, “hasta que no haya un nuevo PXOM, los constructores no se atreven”. 

Castor Novoa, gestor de la inmobiliaria Novoa y Ramos, explica así la inseguridad jurídica que conlleva tener como referencia dos planes a la vez con diferentes criterios: el de 1986, aún en vigor, y el de 2003, más moderno pero en el limbo. “Puede ocurrir que, para un mismo solar, un plan te permita construir 100 viviendas y el otro 200. Si es más favorable el de 2003, ¿qué haces?, ¿acometes la construcción para que después termine siendo irregular?”, se pregunta. 

Novoa sostiene que, si el primer motivo de la parálisis es la ausencia de un plan general actualizado, el segundo es “la logística del Concello”. Conoce de primera mano el caso de Oleiros (A Coruña). “Está registrando el mayor número de obras por metro cuadrado de Galicia porque presentas un proyecto y en tres meses tienes la licencia. En cambio, en Ourense esperas un año”, compara. 

Obras inviables

Y aún hay más dificultades: Novoa puntualiza que, para la mayoría de barrios de la ciudad, como O Vinteún o Mariñamansa, es inviable acometer construcciones si las viviendas no se podrán poner en el mercado por menos de 220.000 euros, “mientras que los costes de construcción están cada vez más altos, con materias primas como el aluminio subiendo un 40% su precio en un solo año”. Y las tasas municipales aumentan también de precio: “Por 15 viviendas en As Caldas tuve que pagar 70.000 euros en impuestos, cuando hace una década me habían costado la mitad en la misma zona”. 

Y todo lo anterior provoca que escasee la vivienda nueva: “Hay muy pocas en la ciudad y las que hay ya están vendidas”. La principal excepción a esta norma es la nueva urbanización de O Polvorín. 

Por su parte, el empresario inmobiliario Benito Iglesias puntualiza que “no hay ni PXOM ni expectativas de aprobarlo en el medio plazo”. En consecuencia, “no hay carga de trabajo y las inversiones se deslocalizan hacia Portugal o ciudades como Vigo, que aprobará este mismo mes el suyo. A pesar de su orientación proteccionista, significará un gran desarrollo urbanístico. Y seremos la única ciudad gallega sin PXOM. El del 86 está obsoleto”. 

Por último, Iglesias se pregunta cómo se podrá integrar el AVE en la ciudad de forma correcta sin un plan urbanístico.

 

Carencias en eficiencia energética: “Apuráronse as obras a costa da calidade”

La calificación energética media de los inmuebles de la provincia de Ourense es E, por detrás de Lugo, con una D, según el último informe del portal de vivienda Idealista. Paulo Vázquez, miembro de la asociación ecologista Sustinea, explica que esto se debe a que “canto máis antigos son os edificios, peor illamento terán en fiestras e portas, perdéndose enerxía calorífica. Os novos códigos de construción implican cerramentos máis potentes, pero a ciudade experimentou o seu gran boom nos 70, con obras nas que se apuraban os tempos a costa da calidade”.  Además, también según Idealista, esta es la sexta provincia española donde menos costaría instalar placas solares en sus viviendas, lo cual implicaría una gran inversión (estimada en 478 millones de euros) que se recuperaría en solo una década. Y el ahorro total, 25 años después de la instalación, sería de 729 millones. 

La tecnología relativa a las placas solares se ha desarrollado tanto que a algunas viviendas les permite incluso soltarse de la red de distribución, y el economista Raúl González explica que “el mapa de la rentabilidad del sol nos dice que el norte de la provincia es óptimo para su instalación”. En lo que respecta a la ciudad, esta se ve más lastrada por los cambios bruscos del clima y las escasas horas de sol en invierno.

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