La obra de la Plaza suma turbulencias

La eterna obra de la Plaza de Abastos todavía tiene etapas de controversia por quemar. La modificación realizada sobre el proyecto original del emblemático mercado ourensano tendrá que ir a pleno este viernes, debido a la controversia surgida entre dos técnicos: el interventor municipal y el asesor jurídico. La dirección de obra solicitó un modificado el pasado mes de mayo, sin variación económica -el proyecto databa de 2012, pero la obra no empezó hasta 2020-, al encontrarse con más daños de lo previsto y adaptarse a otros cambios, como habilitar una entreplanta para explotación comercial. El modificado del proyecto contó con el informe favorable de la arquitecta municipal, Patrimonio y el asesor jurídico, pero no así con el del interventor, por lo que ahora el pleno -donde el gobierno de Gonzalo Jácome no tiene mayoría- tendrá que decidir si da luz verde a levantar las discrepancias surgidas o arriesgarse a un nuevo retraso de la obra. Este modificado incluye obras de mejora energética no contempladas en el plan original, cambios de esquemas de plantas por problemas geológicos o modificaciones en cubiertas, pilares… La obra, según consta en los informes, está “prácticamente rematada”, y la mayor parte de obras que faltan dependen de que se apruebe dicho modificado. Y ahí tendrán que decidir los grupos, ante las discrepancias entre interventor y asesor jurídico. El interventor, Gonzalo Alonso, emitió un reparo el 1 de septiembre al considerar que la modificación del proyecto es sustancial e implica nuevos compromisos para una obra que no tiene rédito suficiente habilitado en el presupuesto -al haberse perdido la subvención del Estado-. Aunque el modificado solicitado por la empresa no acarree costes adicionales, supondría una “renovación dos compromisos adquiridos polo Concello coa empresa Acciona”, por lo que habría que evaluar con la capacidad de financiación que tiene el Concello para acometer un proyecto modificado y dotar una nueva partida. Por su parte, el asesor jurídico, Juan Ramón Costas, en su informe del 22 de septiembre, no acepta los motivos del reparo, porque el modificado de la obra “non ten custe económico” y niega que la modificación suponga un nuevo compromiso adquirido por el Concello al estar “plenamente vixentes” los pliegos originales. En todo caso, el asesor jurídico recuerda que la falta de crédito de la obra debe solucionarse con el pago de las certificaciones de pago pendientes pero no debe afectar al modificado de la obra, insinuando que eso paralizará el fin de obra, al tener que habilitarse nuevas partidas con una modificación de crédito. Ahora, estas discrepancias debe resolverlas el pleno, como corresponde por ley en casos con reparos basados en insuficiencia de crédito. “En caso de rexeitarse levantar as discrepancias, entenderase que se opta polo criterio exposto polo interventor municipal”, advierte el alcalde, lo cual supondría aprobar una modificación de crédito para dar por rematada la obra. Muchas incógnitas Todo esto en medio del oscurantismo reinante, ya que algunas fuentes señalan que el modificado de la obra de la que ahora se pide luz verde ya se ha hecho en la práctica antes de tener luz verde y otras señalan que esas modificaciones alterarían las condiciones en las que la adjudicataria ganó en su día el concurso. Lo que la mayoría se pregunta es dónde está el proyecto para acometer la urbanización exterior -más allá del edificio noble-, que no aparece por ningún lado.