alergia. Las gramíneas y árboles como el abedul y el plátano son las especies que más afectan en la provincia

Ourense es la provincia con más afectados por alergias, hasta un 40% de la población

Con la llegada de la primavera, irrumpen también los síntomas de la alergia al polen. Ourense es la provincia con una mayor prevalencia de Galicia, con un 40% de afectados dentro de los pacientes alérgicos. Aunque los expertos anuncian un verano con gran concentración de polen, las lluvias de primavera podrán contribuir a que en la provincia los niveles de alérgenos se suavicen, según explican en el Servicio de Alergología del Complexo Hospitalario. Tratarse a tiempo es la clave para mejorar los síntomas.
Desde que el invierno deja paso a la primavera, raro es el día en el que los medios de comunicación no alerten de que este verano será uno de los más ‘críticos’ en lo que alergia al polen se refiere. Las abundantes precipitaciones del invierno y la llegada temprana de la primavera provocan la polinización temprana de las plantas y, con ella, los síntomas tales como tos, mocosidad, estornudos y malestar general.

Sin embargo, en la provincia es diferente. Marimar García Álvarez-Estévez, médico del Servicio de Alergología del Complexo Hospitalario, advierte que los datos globales parten de Madrid y no se tienen en cuenta las particularidades de la provincia. Es por ello por lo que sostiene que no existen indicadores suficientes para pronosticar una campaña de alergia más grave que en otros años y que si llueve durante la primavera, la situación estará normalizada. El problema, dice, podría darse si no se producen precipitaciones durante los meses de abril y mayo, por lo que las plantas polinizarían antes y prolongarían el período de alergias, que normalmente se da entre finales de mayo y junio. En Ourense, son las gramíneas las que más alergias provocan, así como los abedules y plátanos.

La alergia al polen, aunque se detecta con mayor frecuencia en pacientes jóvenes (niños y adolescentes), puede desencadenarse a cualquier edad. En Ourense no existe un censo de pacientes, aunque Marimar García Álvarez-Eire sostiene que la prevalencia de la enfermedad crece cada año. Un tratamiento adecuado cuanto antes es la clave para que la primavera no se convierta en un calvario para los alérgicos al polen. A los medicamentos destinados a compatir los síntomas se le suman los que deben combatir la raíz de la alergia. Aquí entran las vacunas, cuyo período óptimo de tratamiento se fija entre tres y cinco años para conseguir buenos resultados.

A pesar de sus notorias molestias, las alergias no suponen una enfermedad grave. Eso sí, no conviene descuidar su tratamiento ni vigilancia, ya que las complicaciones pueden llegar si se produce el desarrollo de asma, lo cual sí que acarrearía problemas respiratorios a los pacientes.


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