La creación empresarial de la provincia descansa, desde hace más de año y medio, en las sociedades de responsabilidad limitada, que requieren de un capital inicial sensiblemente inferior para su creación que las S.A. De hecho, la última vez que se fundó una Sociedad Anónima en la provincia fue en octubre de 2020 -ya iniciada la pandemia-, hace 20 meses.
En comparación con otras provincias gallegas, solo Lugo sale peor parada que Ourense, ya que la provincia lleva desde agosto de 2018 sin ver nacer una nueva empresa de estas características. En Pontevedra se fundaron ya tres entidades de este tipo en lo que va de año, la última el pasado mes de junio, mientras que en A Coruña creó una en el presente curso, en febrero.
Las sociedades ourensanas son mayoritariamente pymes (menos de 250 empleados), que representan el 99,9% de las 22.322 compañías de las hablaba el Ministerio de Industria en sus registros del 2021.
Más de la mitad de las compañías (11.827, 53%) no tienen ningún empleado, mientras que el 44% (9.833) tienen entre uno y nueve. Con entre 10 y 49 asalariados se encuentran el 2,5% (573 empresas), mientras que las que tienen a entre 50 y 249 trabajadores en nómina son 75. Por encima de los 250, lo que marca el límite de las pymes, hay 14 empresas en la provincia.
