Un padre y su hijo, juzgados por estafar 50.000 euros a un amigo

Julio G.A. y su padre Julio G.D. fueron juzgados en la Audiencia por un delito de estafa agravada, denunciado en 2007, por el que el ministerio fiscal reclama una pena principal de tres años de prisión y multa de 10 meses (seis euros al día).
El fiscal considera que Julio G.A. se aprovechó de su relación de amistad con José Luis B.D. para que le prestase 50.000 euros en octubre de 2006, un dinero que le devolvería al cabo de un año sin devengar intereses y por cuyo préstamo también sería contratado en la empresa de transportes Jugotrans S.L. Ahora bien, la acusación sostiene que ambos acusados le ocultaron la verdadera situación de la entidad mercantil, que tenía los bienes embargados por una reclamaciones salariales de sus trabajadores.

Posteriormente, ya cuando había sido contratado, le volvieron a pedir 1.500 euros para pagarle a un transportista.

El contrato, según explicó la víctima, duró mes y medio y tuvo que ser resarcido por el fondo de garantía salarial ya que la empresa dio quiebra.

Los encausados negaron que el propósito fuera estafar sino reflotar la empresa, asegurando que no abonaron los 50.000 euros al cabo de un año por falta de liquidez, pero que esa es su intención.

En esta causa, había acusación particular, pero se retiró antes de que la Audiencia fijase el juicio.

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