Con residencia en Ourense, los padres de Inés, gestada con ovocitos vitrificados, quieren ampliar la familia

Los padres del bebé gallego nacido tras dos vitrificaciones dicen que el proceso es duro pero ‘no hay que tirar la toalla’

Inés, con sus padres y Elkin Muñoz, director del IVI de Vigo. (Foto: Landín)
La fe y las ganas de ser padres por encima de todo lograron que Elena y César cumplieran su sueño. Ese sueño se llama Inés y tiene tres meses. Es el primer bebé gallego, gestado en el IVI de Vigo con ovocitos vitrificados. Ayer, fue presentado en sociedad en la clínica viguesa.
Inés se ha convertido no sólo en el bebé más popular de Galicia sino en símbolo de un avance científico ante la infertilidad. Nació hace tres meses en Santiago, después de que sus padres, la ourensana Elena Gallego y César Sigüenza -con domicilio en Ourense- se sometieran a un proceso en la clínica IVI de Vigo. Se trata de la vitrificación. Es, según el responsable del Instituto Valencia de Infertilidad de Vigo, la primera vez en el mundo que se aplican conjuntamente y de forma existosa las técnicas de vitrificación, diagnóstico preimplantacional y posterior vitrificación de blastocisto.

Hasta poder tener a Inés en sus brazos, Elena, de 37 años, y César, de 42 han vivido un auténtico calvario que comenzó hace tres años. Según explica la ya feliz madre, ‘no conseguíamos ser padres así que decidimos hacernos pruebas. Yo tenía una hormona muy alta y él no tenía suficientes espermatozoides de un tipo determinado. Nos dijeron que el IVI era la mejor clínica y comenzamos el proceso’. Este proceso, al que hace mención Elena se inició con inseminación artificial y después con fecundación in vitro. ‘Fue entonces, cuando en la clínica nos comentaron que había un sistema nuevo, la vitrificación’, explica Elena. César reconoce que ‘fue durísimo. Lo bueno es que el equipo nos dio mucho apoyo. Eso y la fe hicieron que siguiéramos adelante’. Ella añade con rotundidad que ‘nunca pensamos en tirar la toalla’. Ambos reconocen no obstante que hubo dificultades durante el tratamiento que se pudieron ir corrigiendo, no así de carácter psicológico ni económico. ‘Ese aspecto era el que menos nos importaba. Supone un desembolso pero no es tanto como lo que representa. Es mucho más caro comprarse un piso’, dice la madre, quien no pudo evitar emocionarse al recordar cuando le dieron la noticia de que estaba embarazada. ‘Es tanta la emoción.. ‘. César, ahora, se muestra dipuesto a ampliar la familia. ‘Yo sí quiero un hermanito’.


77 pacientes ya han vitrificado sus óvulos

La vitrificación ya es una alternativa a los tratamientos convencionales. Así lo explicó ayer el director del IVI de Vigo, Elkin Muñoz, quien aseguró que ‘con este nacimiento el IVI logra un avance mundial’. Aunque todavía no se sabe con exactitud cuántos embarazos se han producido, el número de pacientes que han vitrificado ya sus óvulos alcanza los 77 y cinco de ellas se han beneficiado del plan para pacientes oncológicas, por el que se permite la vitrificación de ovocitos de forma gratuita a aquellas mujeres en edad reproductiva que pueden perder el funcionamiento de sus ovarios por el efecto del cáncer. La vitrificación implica la inmersión directa de los óvulos en nitrógeno líquido, cuya temperatura es de 196 grados centígrados, previo tratamiento de los mismos con sustancias cripprotectoras. La principal ventaja de esta metodología es que no se forma hielo, lo que impide lesionar al óvulo, ya que los cristales actuan como verdaderas cuchillas.


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