Pasó lo que pasó | Confirmado: no pintan nada

Como no se puede vivir siempre de realidades, porque en la mayoría de los casos solo generan desasosiego, nos refugiamos en la ingenuidad, que nos permite creer en el idílico comportamiento del ser humano. Cuando eso lo trasladamos a lo político, la bofetada de los hechos estampa la dentadura de la ilusión contra la pared. Hace tiempo que me quedé con una frase de Ernest Hemingway: “Un idealista es alguien que, partiendo de que una rosa huele mejor que una col, deduce que una sopa de rosas tendría también mejor sabor”. En Ourense se intentan cocinar pactos políticos en el Concello de la capital pero la mezcolanza de los ingredientes que están haciendo el PP, PSOE y BNG está saliendo intragable. En los fogones no se prepara el acuerdo, se ensaya el relato del disimulo y la justificación para no actuar. Los ideólogos estudian cómo pueden retorcer el lenguaje al modo goebbeliano para justificar que por inacción se dejen las cosas como están, con cuatro años más de delirio. A salvo de giros inesperados, la hipótesis del frente común contra Jácome se diluye y ya solo quedará la coincidencia de que el aspirante a la reelección es para ellos, supuestamente, un cargo público que ha cometido gravísmos delitos por los cuales le denunciaron ante la Justicia. Eso no es motivo suficiente ni para sentarse, esperarán que los jueces le cocinen el pacto o una futura moción de censura, que le pongan a la mesa la sopa de coles con el aroma de la sopa de rosas. El mar de Andorra Hace ya tiempo que Ourense no pinta nada en los centros de decisión. Un conselleiro reconoció en una ocasión que ni se sentía cuestionado, mucho menos presionado, por los políticos locales (menos los de su partido, claro) ni por las organizaciones gremiales o empresariales. En Ourense se hace voto de obediencia porque lo nuestro es ganar el cielo a base de inclinarse al paso de cualquiera que aparente rango. Este tipo de complejos se ven como germinan en los partidos políticos, sobre todo después de las últimas elecciones municipales y el revolcón en la ciudad. En las negociaciones para pactar un gobierno alternativo Manolo, Paco y Luis mandan lo que un ministro de Marina en Andorra. Populares, socialistas y nacionalistas dictan desde sus politburó la estrategia a seguir, sin ningún margen a la excepcionalidad, metiendo en cada decisión un trágala a sus representantes en la provincia, meros delegados de la marca, a expensas del oír, ver y callar. Aquí siempre hubo un listo en Santiago o en Madrid, o en ambos sitios, que dijo lo que a Ourense le convenía sin que nadie rechistase. Sería interesante ver, por ejemplo, como la dirección socialista en Galicia le dice a Abel Caballero en Vigo lo que tiene qué hacer, que le marque decisiones y estrategias. Del zasca que le manda le queda al secretario general el sonrojo en las mejillas para los restos. Los mejores Pero no queda tiempo para lamerse las heridas, el zafarrancho de combate está liado para las elecciones generales del 23 de julio. En los partidos mayoritarios ya no están para nada o nadie que no tenga que ver con ese objetivo. El PSOE, por ejemplo, ya ha elegido a sus candidatos al Congreso y Senado con una muy relativa participación de las bases, limitándose al amén a los nombres que aparecieron. Verán lo que pasa también con el PP, que impondrá como es costumbre el dedazo. Los puestos serán, una vez más, el premio a la obediencia, el castigo a quien tenga criterio propio y el pacto para que alguien se calle. Aquí no se discutirá quién encarna mejor los valores ideológicos o su capacidad, se hará lo conveniente, aunque sea poco convincente. Todo suyo, señoría La Fiscalía ha pedido a La Región los audios en los que el alcalde hacía de Jácome, con una forma de actuar que, judicialmente, está por valorar. Fue el 6 de mayo cuando el periódico comenzó a difundir el material. Ha pasado un mes, pero estas cosas requieren sus tiempos de maceración. Se solicita, además, el informe pericial que certifica la autenticidad de los audios. Pues para allá se va todo, para que investiguen el caso, si se ve causa punible. Lo que queda claro es que lo escuchado no es una psicofonía. Por si había dudas. El portafotos Presentación de la memoria de Cáritas. María Tabarés, José Ángel Feijóo y Carmen Alonso son la directora, el delegado diocesano y la directora de programas de Cáritas, respectivamente. Los dos primeros han pasado ya por esta sección por lo mismo que lo hace hoy la tercera. Acaba de publicarse la Memoria de Cáritas que recoge las actividades del pasado año. Hay más empleo, pero lo que se cobra a duras penas da para vivir, resume el informe. A Cáritas le toca siempre ser el aguafiestas, enfriando el discurso político autocomplaciente. Qué raro que con el gobierno más izquierdista, más progresista y más feminista de la historia la exclusión aún sea un estigma. Los tres han puesto de manifiesto que la pobreza es patrimonio de Ourense también, por si alguien se venía arriba con las consignas triunfales. Cáritas tiene programas de inserción social y laboral, pero no todos son un éxito, como se reconoce. Hay, reconozcámoslo, una importante capa de población sofronizada por la ayuda, la subvención o la caridad y no por el tesón. Ojo con eso, porque con estos mimbres se hace el cesto del populismo. Siempre se lleva antes el voto el que da los cien euros que el que recuerda que para ganarlos hay que esforzarse. Pero de eso no tienen culpa María, José Ángel y Carmen. Al poner la lupa Cartelería en Barbadás. La junta electoral de zona ha urgido a todos los partidos políticos a que retiren la cartelería de las elecciones del pasado 28 de mayo, entre otras cosas porque ya han pasado y porque hay que dejar sitio para las del 23 de julio. En la comunicación política han cambiado muchas cosas, pero en los comités de campaña siguen como al principio de la Transición, con el “habla, pueblo, habla” sonando en la megafonía del Seat 127 mientras el militante barbudo tiraba por la ventanilla las octavillas con la convocatoria del mitin de Santiago Carrillo, con el eslogan de “pon tu voto a trabajar”. La autoridad electoral ha recordado a los partidos que son unos guarretes, solo falta que les recuerden que se deben lavar las manos y los dientes antes de irse a cama. Pero saben que la suciedad aquí no estorba, vive el casco histórico con el síndorme de Diógenes desde hace ya varios años y no da síntomas de reacción. Están acostumbrados a vivir y a votar con la nariz tapada.