Este martes por la tarde finalizaba el penúltimo curso de la Universidade Popular. La academia Don’t Stop, en el barrio de O Couto, acogió la jornada de baile. En esta última clase afloraron los sentimientos y la melancolía, sabiendo que el año que viene no podrán disfrutar de este curso por un capricho político. El director de la escuela, Jaime Silva, contaba que “tanto nosotros como los alumnos echaremos de menos la UPO”. “Como era el último día, todos se pusieron un poco melancólicos”, explica.
No es el primer año que la academia colabora con la UPO, y su relación se remonta a cuatro años atrás. Kizomba, baile latino y baile de pareja son los cursos que se impartían hasta este año en la escuela. Además, Jaime Silva destaca que estas sesiones “no suponían un gran ingreso económico, pero sí me ayudaban a dar a conocer mi negocio y conseguir nuevos clientes”.
“Siempre había mucha gente inscrita en nuestro programa, aunque el covid haya reducido el número de matrículas este año”, comenta el director, haciendo una estimación de “unas 40 personas por curso”. “Es indudable que, tanto la gente como nosotros, echaremos de menos la UPO”, lamenta. También recuerda Silva que con esto, se perderá la gala anual gratuita, que permitía “mostrar lo aprendido durante el año y que el público pudiera ver lo que hacemos y se animase a participar”.
