Por su parte, David Llorente se comprometió a estudiar las medidas que garanticen la seguridad en la zona.
Representantes de la plataforma por la seguridad en la N-525 se reunieron ayer con el jefe provincial de Tráfico, David Llorente, para exponer sus demandas y la búsqueda de soluciones para reducir el índice de siniestralidad en esta vía, entre la ciudad y Cambeo. Precisamente, el jueves comenzó a funcionar el radar por tramo de la Dirección General de Tráfico (DGT) pero el colectivo considera que las medidas de señalización y radar para el control de la velocidad son buenas "pero no suficientes" para eliminar una peligrosidad que en este tramo achacan a la propia infraestructura.
La portavoz de la plataforma, Lara María López, informó de que en la reunión se pusieron sobre la mesa las demandas de ejecución de actuaciones estructurales pendientes "y que tienen que ser complementarias a los radares". Así, solicitaron a Llorente un nuevo asfaltado drenante para evitar deslizamientos, viales de servicio en las zonas industriales y la eliminación de los puntos conflictivos, como el cruce de Rivela, los accesos al colegio y la incorporación del tráfico pesado en la circunvalación de Gustei, donde la visibilidad es "escasa o nula", según López. Asimismo, hicieron especial hincapié en la instalación de una mediana que separe los carriles de doble sentido para evitar los impactos fronto-laterales, "que son los que se cobran más víctimas".
Por su parte, David Llorente se comprometió a estudiar las medidas que garanticen la seguridad en la zona. Así lo hizo después de explicar el funcionamiento del nuevo radar.
Respecto al cruce de Rivela, fue propuesto un paso subterráneo o elevado para los vecinos que cruzan la vía asiduamente, así como para los clientes o trabajadores de los negocios de la zona. Solicitaron también alternativas "eficientes" para cuando se prohíba el giro a la izquierda.
