La Policía Local de Ourense reforzará los dispositivos de la ciudad las noches de Fin de Año y Reyes. Serán un total de 20 agentes los encargados de velar por la seguridad ciudadana de los que salgan a celebrar la entrada del 2011. Los controles serán extremados en los locales de hostelería, sobre todo en lo relativo a aforos permitidos, horarios de apertura y cierre o cumplimiento de requisitos sanitarios y técnicos. Junto a todo ello, se desplegarán por algunas calles de la ciudad los correspondientes controles de alcoholemia.
Las autoridades reservarán como apartado de atención especial las fiestas ilegales que puedan celebrarse en locales no autorizados, como, por ejemplo, bajos particulares. Para evitar la proliferación de este tipo de eventos, los profesionales del sector realizan un llamamiento a la ciudadanía, esperando que 'non se celebre ningunha' y apelando a la 'coherencia' de los ourensanos. El presidente de la Federación de Hostelería, Ovidio Fernández Ojea, sostiene que evitar estas fiestas no autorizadas, es un 'beneficio para a tranquilidade do cidadán'. El representante de los hosteleros afirma que 'xa houbo máis das que hai' y que desde hace unos años, la situación está más normalizada. No obstante, estas fiestas suponen una 'competencia desleal para os que pagan impostos todo o ano', en palabras de Fernández Ojea. Los dueños de los establecimientos temen que el problema que se pueda presentar la última noche del 2010 sea la delicada situación económica global. 'Este ano, en concreto, estase controlando moito o bolsillo', pero los hosteleros esperan que la afluencia a los locales sea la habitual de otras ocasiones.
