El acuerdo de retirar la medalla de la ciudad a Franco despertó antiguas reivindicaciones de la memoria histórica, como la apertura de un debate sobre la Praza da Lexión si lleva ese nombre por Millán Astray
El último pleno del Concello de Ourense resucitó el cumplimiento de la Ley de Memoria Histórica, con la moción presentada de manera conjunta por PSOE y Ourense en Común en la que solicitaban la retirada de la Medalla de Oro de la ciudad a Franco y su nombramiento como hijo predilecto, una iniciativa que fue aprobada con los votos a favor de los 27 concejales de la Corporación y con la que se dio el último gran paso para cumplir la ley aprobada por el gobierno presidido por José Luis Rodríguez Zapatero en octubre de 2007.
Amigos da República celebra esta decisión del pleno, que asumió la reivindicación lanzada por el colectivo el pasado 17 de abril durante la ofrenda floral celebrada en el cementerio de San Francisco en homenaje a los republicanos represaliados durante la dictadura. Sin embargo, recuerdan que ciertos vestigios del franquismo todavía perduran en la ciudad en diferentes placas e inscripciones en barrios como O Polvorín y Covadonga, además de polémicas nomenclaturas en alguna plaza.
De esta manera, en un paseo por estos barrios se pueden ver placas con el yugo y las flechas de la Falange en las esquinas de las edificaciones.
Además, en la fachadas de las viviendas todavía perduran las inscripciones del Ministerio de Vivienda franquista con los años de cosntrucción, según señala Amigos da República. Sin embargo, la mayoría de símbolos en fueron retiradas hace unos años, como sucedió en 2012 en O Polvorín, donde pervivían plazas como la del Alzamiento Nacional.
Por otra parte, el colectivo destaca la necesidad de abrir el debate sobre la plaza de la Legión, entendiendo que se debería retirar si hace mención a su fundador, José Millán-Astray. Asimismo, la denominación de la praza Alférez Provisional, a la que se le llama ahora praza de San Rosendo, aparece todavía en el callejero municipal de la web del Concello.
"Ourense tiene que dejar fuera de su callejero, como el resto de núcleos de población, nombres y símbolos contrarios a la ley, no se trata de quitar uno de los otros para poner uno de los nuestros, se trata de hacer cumplir la ley", defiende Amigos da República
