El escritor valenciano Santiago Posteguillo, autor de la novela 'Circo Máximo', que se desarrolla en tiempos del emperador Trajano, mantuvo en vilo al numeroso público reunido en el salón noble del Liceo para asistir a su conferencia en Foro La Región, mientras desgranaba los detalles de su trabajo de documentación y las razones que le habían llevado a escribir este libro, utilizando técnicas cinematográficas y que conjuga carreras de cuádrigas con la conquista de la Dacia o un juicio a una vestal que podría ser la hija de Trajano.
Previamente, el rector de la UNED en Ourense, Jesús de Juana, presentó al autor como 'una persona en cuya obra queda patente la pasión por la historia', al tiempo que recordaba que los tiempos narrados por Posteguillo también dejaron su sello con Ourense, 'con el Puente Romano o el puente del Bibei'.
Santiago Posteguillo fue explicando, apoyándose en imágenes de su recorrido por Rumanía, cómo fue su labor de documentación, primero con el mundo de las carreras de cuádrigas, cómo eran los juicios en el siglo II, pero también sobre la figura de Trajano, 'una persona que tomó decisiones económicas, como la de devaluar la moneda antes que subir impuestos, en tiempos de crisis, sin importarle lo que dijera Germania, la Alemania de entonces', ironizó.
Un emperador que se preocupaba por el bienestar de sus gobernados y que mandó a un senador investigar por qué no estaba bien abastecida Roma de agua cuando tenía una gran red de acueductos. 'Y el senador descubrió que era porque los terratenientes 'pinchaban' el acueducto para cubrir sus necesidades sin pagar. Cuando conté esto en Madrid, alguien dijo: como Aquópolis con el Canal de Isabel II', señalo Posteguillo, que en su explicación de los aspectos del libro encontró continuas conexiones con la actualidad.
Unas conexiones que provocaron que alguno de los asistentes le preguntara, ya en el coloquio, si encontraba algún político actual de la talla de Trajano, a lo que Posteguillo respondió que 'sólo se me ocurre Nelson Mandela, porque, como Trajano, pidió a sus gobernados que hicieran algo que él, previamente, había hecho, dando ejemplo: perdonar'.
Una figura, la de Trajano, de la que también apuntó alguna sombra -que será importante en la tercera novela de la trilogía-, reconociendo a otra pregunta que 'era alcohólico', pero que, 'en un rasgo de prudencia, les dijo a sus generales que cuando le vieran ebrio no hicieran caso a ninguna de sus órdenes'.
Santiago Posteguillo fue explicando, apoyándose en imágenes de su recorrido por Rumanía, cómo fue su labor de documentación, primero con el mundo de las carreras de cuádrigas, cómo eran los juicios en el siglo II, pero también sobre la figura de Trajano, 'una persona que tomó decisiones económicas, como la de devaluar la moneda antes que subir impuestos, en tiempos de crisis, sin importarle lo que dijera Germania, la Alemania de entonces', ironizó.
Un emperador que se preocupaba por el bienestar de sus gobernados y que mandó a un senador investigar por qué no estaba bien abastecida Roma de agua cuando tenía una gran red de acueductos. 'Y el senador descubrió que era porque los terratenientes 'pinchaban' el acueducto para cubrir sus necesidades sin pagar. Cuando conté esto en Madrid, alguien dijo: como Aquópolis con el Canal de Isabel II', señalo Posteguillo, que en su explicación de los aspectos del libro encontró continuas conexiones con la actualidad.
Unas conexiones que provocaron que alguno de los asistentes le preguntara, ya en el coloquio, si encontraba algún político actual de la talla de Trajano, a lo que Posteguillo respondió que 'sólo se me ocurre Nelson Mandela, porque, como Trajano, pidió a sus gobernados que hicieran algo que él, previamente, había hecho, dando ejemplo: perdonar'.
Una figura, la de Trajano, de la que también apuntó alguna sombra -que será importante en la tercera novela de la trilogía-, reconociendo a otra pregunta que 'era alcohólico', pero que, 'en un rasgo de prudencia, les dijo a sus generales que cuando le vieran ebrio no hicieran caso a ninguna de sus órdenes'.
