Los comerciantes los consideran la ordenanza fiscal un 'desaguisado'

La Praza de Abastos alega contra el canon municipal

Puestos del rianxo de la Plaza de Abastos, que presenta alegaciones a la ordenanza municipal. (Foto: XESÚS FARIÑAS)
Un año más, la Plaza de Abastos ha presentado alegaciones a la ordenanza fiscal de mercados por la que el Concello le cobra el canon para intentar paliar una situación que, desde 2011, vive 'una espiral de desaguisados y funcionamiento administrativo al estilo Mortadelo y Filemón', según los describen los propios placeros en las alegaciones.
El problema se remonta a 2011 cuando el Concello instó a aplicar la ordenanza de mercados y a cobrar por los metros cuadrados que efectivamente tienen los concesionarios. Fue en ese momento cuando afloraron dos errores en la normativa: por un lado, que los metros reales no coincidían con lo declarado en los recibos que se venían pagando desde 1970 y, por el otro, que había puestos que no pagaban por metros y que, en caso de aplicarse tal cual la normativa, tendrían que afrontar subidas desproporcionadas -de hasta el 232% en los negocios adosados al puente de As Burgas y de 126% en los bajos de la Alameda-. Con esta medida los placeros creen que muchos puestos estarían abocados al cierre.

Ante esta situación, la propia Plaza en colaboración con técnicos de Comercio realizó una propuesta de ordenanza, según la cual la concesionaria cobraría menos que si aplicase lo recogido en la ordenanza (18.351 euros frente a 22.309' pero 'repartido de una manera equitativa y racional, evitando cierres e injusticias, como las actuales, en que puestos de 100 metros cuadrados pagan menos que algunos de 25'. La propuesta, que divide al mercado en seis zonas, fue avalada por el 71% de los comerciantes en una asamblea general.

No obstante, a pesar del consenso con Comercio y de que el pleno las aprobó el año pasado con los votos del PP y el BNG, las alegaciones no han prosperado debido a los informes desfavorables del asesor jurídico y el interventor, basados en, por un lado, la falta de otro informe y, por el otro, en que consideran que hay peligro para el mantenimiento del equilibrio económico de la concesión. El interventor esgrimía, además, que la Plaza adeudaba en aquel momento (el pasado septiembre) los cánones de 2012 y 2013, aunque los placeros puntualizan que el primero no lo habían pagado entonces porque no se le habían girado los recibos y el segundo, por abonarse normalmente a año vencido. Puntualizan, además, que ambos recibos se giraron '15 días después del informe del interventor y la Plaza está al corriente de sus obligaciones'.


'PERSECUCIÓN'

La demora en la modificación de la ordenanza hace que, según las alegaciones, la Plaza empiece 'a sentir que existe una persecución sobre ella', motivo por el que reclama 'que aquellas personas que tengan intereses personales en el tema se abstengan de emitir informes en temas en los que su independencia se vea comprometida'. Asimismo, la junta directiva de la Plaza entiende que 'con quien tiene que reunirse es con los políticos, que son los que los ciudadanos votan, y no con los técnicos, ya que de lo contrario se acaban creando gobiernos paralelos, como entendemos que es el caso'. Falta por ver si, para 2014, las alegaciones prosperan.

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