La mitad de los ourensanos que salieron el año pasado lo hicieron hacia otras Comunidades españolas

La provincia recibe más población de la que se marcha, pero no frena la pérdida de habitantes

Como viene ocurriendo en los últimos años, la provincia cuenta con saldos migratorios positivos, ya que llegaron a Ourense más personas de las que se marcharon, pero aun así no consiguió frenar la caída de población. La mayoría de los que llegan a Ourense proceden del extranjero (un 40%), mientras que los que se marchan optan principalmente por otras Comunidades españolas (prácticamente el 50%). La ciudad también registró un saldo migratorio positivo en 2007, lo que no ocurría en años anteriores.
Si bien la provincia mantiene el proceso de pérdida de población de las últimas décadas, los movimientos migratorios están paliando ligeramente esa reducción de habitantes, según los datos extraídos del Instituto Galego de Estatística.

La provincia contaba en 2007 con un total de 396.926 habitantes, lo que supone una pérdida de 1.745 residentes en Ourense. Sin embargo, en los movimientos migratorios se ganó población, ya que se marcharon de la provincia un total de 6.912 personas, mientras que llegaron a ella -ya fuese del resto de Galicia, España o del extranjero- 8.383 personas. Esto supone que las migraciones dejaron un saldo positivo de 1.471 personas.

Esta misma situación se viene repitiendo en ejercicios anteriores, en los que la provincia pierde residentes, pero los movimientos poblacionales se saldan con más entradas que salidas. De hecho, en 2006 las migraciones registraron un saldo positivo de 1.799 personas, en 2005 fueron 1.629 y en 2004, 1.105.

En concreto, de las 8.383 personas que llegaron el año pasado a Ourense, en torno a un 40% procedían del extranjero (en concreto, 3.567). Mientras, otros 2.903 llegaron desde otras Comunidades autónomas (Cataluña, Madrid, Castilla León y País Vasco, por este orden), y 1.913 procedían del resto de Galicia (principalmente Pontevedra).

Mientras, de las 6.912 personas que se marcharon el año pasado en la provincia, prácticamente la mitad (3.426) se fueron a otras Comunidades autónomas españolas (sobre todo Madrid, Cataluña, Castilla León o Canarias), mientras que 2.463 optaron por el resto de provincias gallegas (sobre todo Ponte vedra, aunque también A Coruña). Asimismo, 1.023 se trasladaron al extranjero.

Los datos relativos a la ciudad muestran que en 2007 salieron un total de 4.619 habitantes, mientras que entraron 4.755, lo que deja un saldo positivo de 136 personas. Sin embargo, es el único ejercicio de los últimos diez años en los que los movimientos migratorios se saldan con un aporte de población, ya que en los demás había estado perdiendo residentes. En concreto, de los que llegaron el año pasado al municipio ourensano, la mayoría procedían del extranjero (1.159) o de otra comarca ourensana (1.191), siendo menos los llegados de otra Comunidad autónoma (871), de la misma comarca (856) o de otra provincia gallega (678).

La salida de población de la ciudad se encamina principalmente a otras Comunidades autónomas españolas (1.168), aunque también a otros municipios de la misma comarca (1.138) o a otra comarca ourensana (1.052). No llegan al millar los que se desplazan al resto de Galicia, mientras que al extranjero se fueron 364 personas.

Movilidad laboral

El Servicio Público de Empleo ofrece datos de movilidad laboral, aunque relativos al número de contratos (que no es igual al número de personas). En concreto, el año pasado se realizaron 16.726 contratos a personas que salieron de Ourense, frente a 9.413 que entraron. En cuanto a trabajadores extranjeros, este servicio registró 1.066 contratos por entradas, 4.612 por permanencias y 2.117 por salidas.

Falta de empleo adaptado a las expectativas de los jóvenes

El gran envejecimiento de la población ourensana provoca una pérdida de población que no se suple con la llegada de inmigrantes, que no es tan intensa como en regiones más dinámicas. El economista Víctor Montes sostiene que la población española tiende a concentrarse en el litoral, salvo en unos polos interiores prácticamente equidistantes (Madrid, Zaragoza, Sevilla y Valladolid). Además, la salida de población de Ourense se produce principalmente en edad reproductora, lo que agrava la pérdida de habitantes. Montes sostiene que, detrás de este fenómeno, está la ‘falta de oportunidades de desarrollo pro fesional. No es sólo un empleo, que puede ser que sí haya, sino uno con posibilidades de desarrollo que se ajusten a las expectativas de cada uno’. En este sentido, la secretaria comarcal de CC.OO, Ana Barrios, sostiene que ‘la gente que se va quedando sin empleo aquí suele buscarse la vida en otros sitios’. Hasta ahora, se marchaban a otras zonas más industrializadas, como Vigo. Muchos optaban por Canarias para sectores como construcción y hostelería, aunque los del primero están regresando por la falta de trabajo. También las oposiciones continúan desplazando mucha gente al resto de España.



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