El PSOE pisa el acelerador para tratar de retener el mayor número de apoyos posibles y, si cabe, mejorar sus registros, viendo factible situarse como primera fuerza en la provincia de Ourense tras rozarlo en las elecciones de abril. Arropados por el portavoz socialista en el Senado, Ander Gil, tanto el secretario xeral del PSdeG, Gonzalo Caballero, como el líder provincial, Rafael Rodríguez Villarino, ven a su formación en buenas condiciones.
"Estamos como unha moto para conseguir o mellor resultado e decirlle a Feijóo que o seu tempo se está acabando", dijo Caballero antes de ser interrumpido por Villarino recordando que "Ourense foi a cidade con máis apoio socialistas e agora imos a pola provincia".
Estas manifestaciones se produjeron tras volver a llamar el líder del PSdeG al "voto útil" a su partido como dique de contención a la extrema derecha "que preocupa ós galegos e coa que a dereita ten un pacto", algo en lo que profundizó Ander Gil durante su visita a la fuente de As Burgas.
"Estas elecciones son una oportunidad para acabar con la inestabilidad y fijar un rumbo cierto, pero también para poner freno a la ultraderecha que ha entrado en las instituciones de la mano del PP y Ciudadanos, que han metido al lobo en el gallinero, poniendo en riesgo cuestiones como el autogobierno y las autonomías", señaló el líder del PSOE en el Senado.
Los socialistas también quisieron aprovechar su acto en Ourense para cuestionar la decisión del candidato del PP, Pablo Casado, de prometer a la gallega Ana Pastor un puesto en el Consejo de Ministro si los populares regresan a La Moncloa. "Xa ten dous, Abascal e ela, que decidiu fugarse a Madrid trala hecatombe do PP en Galicia, a súa maior debacle", indicó Gonzalo Caballero, que reprochó a Pastor "os seus enganos durante tres anos con AVE", poniendo en valor que "os socialistas levamos ó máximo as licitacións".
