No queda hueco donde emborronar en Ourense

Casi ninguna pared o puerta del Casco Vello mantiene su color original. Miles de pintadas invaden desde hace años la ciudad, devaluando notablemente la estética del centro. Ni siquiera la Catedral de San Martiño ha podido evitar a los vándalos.
El problema de las pintadas no es nuevo en Ourense. La ciudad, más concretamente sus fachadas y puertas, ha sido durante años un gran lienzo en el que todo el que ha querido ha dejado su…
 
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