Alegan que perdieron toda la cosecha de cereal de invierno, debido a las prolongadas lluvias

Regantes de A Limia piden ayudas por los daños sufridos

Parcelas completamente inundadas. Al fondo, los invernaderos de ensayo del Inorde. (Foto: MARCOS ATRIO)
Las comunidades de regantes Alta Limia, Corno do Monte, Lamas-Ganade y San Salvador de Sabucedo, en las que están integrados buena parte de los agricultores de A Limia, registraron el pasado miércoles un escrito en la Consellería de Medio Rural para reclamar medidas urgentes que palien los daños que están produciendo las intensas lluvias registradas en los últimos meses.
El agua caída mantiene anegadas buena parte de las parcelas -en la mayoría de ellas no se puede entrar ni caminando- lo que provoca que los agricultores ya den por perdida la cosecha de cereales.

La misma petición la hizo el grupo de gobierno de Xinzo, que tiene previsto debatir una moción en el próximo pleno para solicitar ayudas a la Xunta.

Según recoge la solicitud de los regantes, en la actualidad hay sembradas 'más de ocho mil hectáreas de trigo de invierno, que tendremos que levantar y sembrar de nuevo porque la planta se pudrió a causa del encharcamiento de agua', explicó el presidente de los regantes de Corno do Monte, José Luis Castro Casas.

Pero no es esta la única pérdida, dado que el agua impide a los agricultores sembrar otras 10.000 hectáreas de cereal de primavera (trigo, cebada, alfalfa y centeno), cuya campaña ya debería haber comenzado a finales del pasado mes de marzo. 'Con el agua que hay no se pueden trabajar las fincas. La cosecha ya está toda perdida', añadió Castro Casas.


COMPAÑÍA CERVECERA

Las sucesivas precipitaciones incluso impiden sembrar otras 16 hectáreas de cebada, repartidas por varios puntos de la comarca, para la compañía Estrella Galicia. La cervecera encargó el proyecto de forma experimental y José Luis Castro debería sembrar tres hectáreas, 'pero de momento no podemos hacer nada y es una pena que se pierda la iniciativa', apuntó el agricultor.

El agua también impide a los agricultores preparar las parcelas para la siembra de patatas, que ya debería estar realizada.

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