ENTREVISTA

Ricardo Garrido: "No somos una figura de adorno en los trámites"

Ricardo garrido
photo_camera Ricardo Garrido, decano del Colegio de Procuradores de Ourense.

Es una figura respetada entre los procuradores de la provincia. Desde hace 21 años, es el decano del Colegio de Procuradores de Ourense

 Ricardo Garrido es una figura respetada entre los procuradores de la provincia. Desde hace 21 años, es el decano del Colegio de Procuradores de Ourense y, en las últimas elecciones celebradas en julio de este año, lo han vuelto a elegir, por lo que seguirá al frente del colectivo durante cuatro años más. Dice que para él ostentar este cargo lejos de ser una carga, es un "honor y privilegio representar a los compañeros".

¿Qué le animó a presentarse como candidato otra vez?
El apoyo unánime de la junta de gobierno a la que siempre consulté cuando se acababa un periodo para conocer su opinión sobre el desarrollo del mandato. En otras ocasiones no hubo oposición para presentarse al cargo pero este año sí -encabezada por Mónica Vázquez- y fue como un pequeño reto para saber si lo que veníamos haciendo durante todo este tiempo había sido valorado y había tenido la proyección que pretendíamos desde la junta de gobierno. 

La figura del procurador ha sido tradicionalmente la gran desconocida...
Sí. Quizás porque no ha sido recogida en las películas tanto como el abogado, el juez o el fiscal. Su labor es de carácter técnico procesal y más escondida porque no tiene intervención oral en sala aunque estamos presentes. Esto da la sensación de figura de adorno pero lo cierto es que en la tramitación procesal, después de la demanda que presenta el abogado, los que estamos detrás de cada paso somos nosotros.

Estamos pendientes de los plazos y colaboradores directísimos de la dirección letrada. Además, tenemos la responsabilidad del procedimiento, que se puede perder por una mala defensa pero también por una mala representación procesal. Los procuradores estamos al pie del cañón en los juzgados todos los días dando un impulso procesal importante de cara a los funcionarios, es decir, el letrado lleva la dirección técnica de la demanda pero nosotros estamos detrás de que se cumplan los plazos legales, asunto que es muy difícil por la tremenda carga que tienen los juzgados. 

¿Qué supone para la profesión la reforma de la Ley de Enjuiciamiento Civil, que entró en vigor el 7 de octubre?
Se han visto muy ampliadas nuestras atribuciones de cara incluso al gran público. Ahora vamos a tener la capacidad de hacer actos de notificación, actos de comunicación judiciales que antes hacía de manera exclusiva el agente judicial y con capacidad de certificación.

En cuanto a la planificación de los juzgados en Ourense, ¿es necesario algún órgano judicial más?
En lo Mercantil. De hecho,la decana del Colegio de Abogados, Pilar López-Guerrero y yo hemos tenido una reunión con la juez de lo Mercantil a raíz de este asunto. Ambos estamos de acuerdo que para Ourense un solo juez que lleve todos esos procedimientos mercantiles de la provincia es algo desproporcionado y que da lugar a los retrasos tremendos que hay en las resoluciones por esa circunstancia y no porque la juez no sea capaz de llevarlo. Es demasiada carga de trabajo.

El nuevo edificio judicial es muy criticado por su habitabilidad. ¿Cuál es su opinión?
Compartimos las críticas que han realizado el resto de operarios jurídicos. El funcionario que trabaja allí todos los días está metido en unos túneles con luz artificial, sin ventilación y apretados. De hecho, es casi tanto el espacio que hay para pasear como para trabajar. Hay dos ascensores con una capacidad muy pequeña y las rejas de hierro de la parte de afuera suponen un peligro en el caso de que se produjese un incendio. 


El Ministerio de Justicia pretende que el 1 de enero de 2016 las notificaciones judiciales se realicen de forma telemática. ¿Cómo asumen los procuradores este reto de “papel cero"?
Nosotros ya lo venimos haciendo desde que se introdujo el sistema Lexnet, hace unos dos años. La novedad es que desde el 1 de julio, las demandas y todo tipo de escritos en el ámbito civil ya son presentados por vía telemática. El problema es la capacidad del sistema y esto es una crítica que hacemos desde el colegio. Nosotros nos hacemos cargo de todas las novedades porque somos capaces y porque es el futuro pero lo que pedimos a la Administración es que al sistema se le faculte de la capacidad suficiente. Antes un escrito se llevaba al juzgado, se imprimía y se sellaba en el momento. Ahora hay que recibirlo vía telemática, si viene en word, es necesario pasarlo a PDF y después cambiarle el nombre. A continuación, hay que rellenar cinco páginas del sistema Lexnet con un montón de datos, y esto en cada escrito. Lo que antes nos llevaba dos minutos, ahora 40. Por ejemplo, una demanda con 50 hojas de documentos no entra en el sistema porque no tiene capacidad y al final tengo que seguir llevándolo en papel. 

¿Cómo afectaría a la procura la liberación de los servicios profesionales, una normativa que se intenta imponer desde la Unión Europea?
Actualmente, la profesión de procuradores de los tribunales sigue manteniendo la incompatibilidad, es decir, la función del procurador la ejerce el procurador y la dirección letrada, el abogado. Si saliese adelante, la calidad en el servicio se iba a reducir muchísimo y lo pagaría el cliente. Por eso, yo defiendo la especialidad en la profesión y no que todos podamos hacer de todo.

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