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Solo un invierno con el doble de lluvia desactivaría la sequía

Ríos y embalses necesitan hasta febrero 700 litros por metro cuadrado para volver a la normalidad

La provincia de Ourense necesitaría que cayesen unas precipitaciones de entre 650 y 700 litros por metro cuadrado hasta el 31 de enero para que la situación de sequía se pudiese revertir y volver a los parámetros normales, avanzó ayer el presidente de la Confederación Hidrográfica Miño-Sil (CHMS). En cuanto a la posibilidad de escalar a situación "de emergencia" por sequía, considera que la probabilidad de alcanzar es "muy difícil", debido que tendría que venir un invierno extremadamente seco, algo con lo que no cuentan en sus predicciones. 

Ayer mismo se reunió la Oficina Técnica de la Sequía, que decidió, como estaba previsto, mantener la situación de "alerta por sequía" en la que se encuentra la demarcación Miño-Sil en la actualidad. "Si el año hidrológico que acabó en septiembre fue mal en cuanto a lluvias, las cinco semanas del nuevo año han sido todavía peores", indicó Marín, teniendo en cuenta que apenas se ha registrado una media de precipitaciones de 42 l/m2, cuando lo "normal" sería haber superado los 170 l/m2.

La probabilidad de que se subsane la situación a corto plazo parece bastante complicada, al compararlo con la situación de lluvia del trimestre noviembre-diciembre-enero de los últimos años. En 2011, la cantidad de lluvias acumulada en estos meses fue de 173,4 l/m2; en 2012 fue de 425,8; en 2013, 355,8; en 2014, 313,2; en 2015, 298,5; y en 2016, 163,2.  

Durante estos tres meses, la precipitación media acumulada es de 288 litros por metro cuadrado, por lo que se necesitaría mucho más de doble del agua caída habitualmente para superar la situación. 

A pesar de los datos, Marín ha descartado que la CHMS entre en situación de emergencia porque "el abastecimiento a la población sigue atendido" y no hay ningún problema "a medio y corto plazo".

En todo caso ha señalado que "de mantenerse la situación" podría haber problemas en los usos secundarios de las aguas para aprovechamientos hidroeléctricos, usos industriales o para la próxima campaña de regadío. Respecto a las ciudades, dijo en que "no hay riesgos" en el abastecimiento de los núcleos importantes. 

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